miércoles, 18 de abril de 2012

PREGUNTAS GENERADORAS HISTORIA DE LA PEDAGOGIA DE LA LITERATURA


PREGUNTAS GENERADORAS



ACOSTA CHAPARRO NATALIA ASTRID
GUZMAN MONTILLA DEBBIE DEL PILAR
IBARRA PEÑA JENNIFER TATIANA
LIEVANO ZAMORA DEISSY JOHANA
MORALES BETANCOURT YURY MARCELA
MORENO ROMERO YUDY ANDREA


HISTORIA DE LA PEDAGOGIA DE LA LITERATURA
JULIETA COVALEDA CASTAÑO
TUTORA


UNIVERSIDAD DEL TOLIMA, CREAD ICONONZO
III SEMESTRE DE HOMOLOGACION
LICENCIATURA EN BASICA CON ENFASIS
EN LENGUA CASTELLANA
ICONONOZO TOLIMA
2012



INTRODUCCIÓN

Identificar por medio de actividades lúdicas y pedagógicas los diferentes orígenes de la novela y la poesía, en el siguiente trabajo podremos encontrar las diferentes etapas por las cuales han pasado la novela y la poesía en el transcurrir del tiempo, por medio de diferentes textos podremos encontrar las características de la literatura en la poesía y la novela  como arte textual, cultura, área educativa y como enfoque de nuestro desarrollo cognitivo y social.



OBJETIVOS

{  Identificar los géneros que identifican a la poesía y la novela con el transcurrir del tiempo.

{  Formar en los estudiantes de la carrera LICENCIATURA EN EDUCACION BÁSICA CON ENFASIS EN LENGUA CASTELLANA un concepto más amplio de la lectura de textos literarios como la novela y la poesía.

{  Conocer la importancia de un buen manejo de la pedagogía, a la hora de impartir conocimientos sobre la novela y la poesía nuestro entorno educativo y social.



NUCLEO PROBLEMICO N°1
LA NATURALEZA DE LA LITERATURA Y SU PEDAGOGIA
1. ¿Cómo se debe concebir  la literatura?
Concebir la literatura como modelo de la lengua no hace más que explicitar una concepción acerca de qué se puede estudiar y qué se puede enseñar de la misma. Por ello, la literatura funciona muchas veces en la escuela como un lenguaje cristalizado y no puede ingresar la literatura “inminente”, como la califica despectivamente Oyuela, una literatura en la que el uso oral de la lengua ingresa como parte de las transformaciones sociales, culturales y políticas y a la que la escuela impide el acceso en la medida en que es ella la que inicia a la lectura en forma masiva ( por medio de la implementación de la ley 1420 y su sistema de enseñanza obligatoria). En tanto, las expresiones artísticas de masas, como por ejemplo la música popular, a través del tango, la radio y el cine, también son permeables a estos cambios y aquí sí los ciudadanos acceden a ellas con mayor facilidad. De esta manera, la literatura queda en inferioridad de condiciones frente a los nuevos medios de comunicación que no necesitan ni de la escuela ni de un adiestramiento especializado para ser consumidos.
Por el contrario, los años 70 son pródigos en actualizar e innovar los contenidos curriculares en el área de lengua y de literatura. Frente a una gramática normativista y una literatura preceptiva, se sigue una gramática descriptiva, influida por la corriente estructuralista: “la gramática moderna, alejada de la perspectiva preceptiva, se interesa básicamente por las reglas centrales del sistema, que son las que los hablantes adquieren sin aprendizaje”1. Esto libera relativamente a la literatura de su función preceptiva y permite el ingreso de nuevos materiales literarios, en la medida en que ya no es el modelo acabado de la norma. No obstante, las obras literarias siguen cumpliendo un rol ejemplar para la enseñanza de la lengua. Eso sí, fragmentada en oraciones para proceder, en la mayoría de los casos, al análisis sintáctico.
En cuanto a la inserción de nuevos contenidos relacionados con un enfoque comunicativo de la lengua debemos referirnos al artículo de Román Jakobson “Lingüística y poética”, escrito en 1958 y puesto en circulación en nuestro país por Ana María Barrenechea a principios de los 70, como el puntapié inicial que incentiva el ingreso de nuevos materiales en la escuela, escritos y orales, de diverso origen, como el periodístico o el científico. Este hecho trae como consecuencia un lento desplazamiento de la literatura como objeto de reflexión y análisis en “Lengua”, que culminará con la reforma de los años 90. Previamente, la última dictadura militar se dedicará, por un lado, a hacer cada vez más rígida la enseñanza de la literatura, realizando una lectura absolutamente vacía del estructuralismo que permitía el control por parte de la institución educativa de aquello que se interpretaba sobre los materiales artístico-literarios. Esto, a su vez, era acompañado por actos de censura que impedían el acceso a la escuela de autores como Julio Cortázar o Pablo Neruda.
Volviendo a los 90, la citada reforma explicitó la cantidad de saberes y disciplinas que debe enseñar el profesor o la profesora de Lengua y Literatura: Medios de comunicación, pragmática, gramática textual, análisis del discurso, literatura, son algunas de las disciplinas que aparecen en los Contenidos Básicos Comunes (CBC) elaborados por el Ministerio de Educación. Así, si la asociación entre lengua y literatura a lo largo de más de un siglo ha sido una relación a veces armoniosa y muchas otras de tensión o sometimiento, hoy sigue siendo por momentos incómoda y hasta, a veces, sin sentido.
2. Al definir la literatura como arte poético ¿Qué elementos típicos se integran?
La llamada Escuela de Yale se ha considerado, con el paso del tiempo, un ejemplo representativo de la deconstrucción literaria que se difundió ampliamente en las universidades norteamericanas en la década de los ochenta, pese a lo incierto de sus comienzos y la falta de clarificación de sí misma. En este contexto estadounidense destaca el belga Paul de Man junto a otros autores como Harold Bloom, Geoffrey Hartman y J. Hillis Miller.
En 1979 se publica Deconstruction and criticism, especie de manifiesto en el que se ponen en evidencia ciertos problemas compartidos que Geoffrey Hartman, en el prólogo, concreta en dos:
-la propia situación de la crítica
-la fuerza de la literatura.
 Como señala David Viñas, estos críticos, que son mayoritariamente especialistas en el Romanticismo, más que aplicar la deconstrucción a la literatura la aplican a la propia crítica literaria.
Los críticos de Yale valoran la prioridad del lenguaje sobre el significado, expresar la fuerza del significante ante el significado que trata de encerrar. Consideran que la fuerza de la literatura  no es identificable con el concepto de “sentido incorporado” y aceptan la influencia del logocentrismo en la valoración que se ha hecho, históricamente, sobre el arte. Lo que Geoffrey Hartman denomina “presencia de la palabra” tiene la capacidad de proporcionar el sentido pero, a su vez, puede también implicar la ausencia del mismo, porque “El lenguaje literario antecede al lenguaje mismo como algo que no es reducible a un significado: revela a la vez que borra la disparidad entre el símbolo y la idea, entre la grafía y el significado asignado.”
Los participantes en la redacción de Deconstruction and criticism se pueden considerar miembros de la Escuela de Yale, pero ello no implica que mantengan una postura unívoca en los distintos aspectos. De hecho, el propio Hartman, en el prefacio del libro, establece esta puntualización:
Derrida, De Man y Miller parecen ciertamente boas deconstructoras, son despiadados y consecuentes, aunque cada quien se goza en su propio estilo de exponer una y otra vez el “abismo” que existe en las palabras. Pero Bloom y Hartman apenas son deconstructivos. Incluso en ocasiones se muestran opositores. Aunque entienden lo que Nietzsche dice con “el patetismo más profundo no deja de ser un juego estético”, les interesa profundamente ese patetismo: su persistencia, sus orígenes psicológicos. Para ellos, lo ético en la literatura no se puede disociar de lo patético en ella, mientras que para la crítica deconstructiva la literatura es precisamente ese empleo del idioma que puede depurar el patetismo, que puede demostrar que es demasiado figurado, irónico o estético”.
3.¿Cuál es la importancia de enseñar a pensar y a interactuar a los estudiantes?
Enseñar a pensar y a interactuar adquiere una gran importancia en el estudiante durante su currículo educativo, poneniendo  en duda del interés del profesor por la calidad del pensamiento en los estudiantes. No obstante, esta intención no llega a resultados significativos debido a las presiones en las que caen los profesores por cubrir, contenidos y datos actuales a los que los enfrenta la enseñanza.
El enseñar a pensar no debe verse como una materia que se agrega al currículo o una serie de habilidades, que son enseñadas en el sentido tradicional. Por el contrario, el enseñar a pensar, implica una transformación radical del proceso de enseñanza en el que se integran los procesos de pensamiento.
Enseñar a pensar, requiere de lecciones deliberadamente diseñadas para crear un ambiente o atmósfera pensante en el aula, estructurada de modo tal, que en ellas se facilite el desarrollo de habilidades y actitudes concretas de pensamiento.
Para finalizar conviene señalar que estas técnicas no son de ninguna manera, recetas de cocina, para que sean seguidas ciegamente. Enseñar a pensar tendrá éxito, si refleja opciones sabias basadas en metas bien asimiladas, escogidas libremente por los profesionales que las instrumentan.
4.¿Qué relación se establece entre la literatura y la educación en le marco de la sociedad, la historia y la cultura?
La   procedencia y condición social de los autores, como ciudadanos y el de igual manera por sus ideas políticas y sociales como un proceso de integración social donde se puede establecer como una disciplina así como por sus ideas políticas y sociales como ciudadanos y su grado de integración en el proceso social; se interesa también por el grado de dependencia de los escritores respecto de la clase dominadora o las fuentes económicas que le permitían subsistir, y la necesidad de trazar una historia del autor en la sociedad.
Ya que de esta manera pueden que realicen conjeturas acerca del estilo del escritor y su perfil de gusto, son diversas las relaciones que se pueden establecer entre literatura y sociedad, aunque básicamente se reducen a dos: el análisis puede pretender ilustrar la sociedad utilizando el texto literario como un documento de época o establecer conclusiones acerca de la obra basadas, en último término, en las relaciones que se presumen entre las estructuras literarias y las sociales. Normalmente, esta segunda línea se adscribe filosóficamente al ámbito del marxismo.
La sociología de la literatura, en concreto, establece conclusiones que parten de la consideración de la literatura como realidad, fenómeno o institución social, en tanto que relaciona las obras literarias y sus creadores, la sociedad y el momento histórico en que nacen, y la orientación política que las inspira. La literatura y la sociedad son dos términos que van de la mano, el autor de una obra ilustra la sociedad utilizando el texto literario como un documento de época, en la influencia de razones económicas; el juicio estético debe relacionarse con el mundo social e histórico, que le proporciona la matriz de las significaciones.
La literatura no sólo se refería a los escritos de carácter creativo e imaginativo sino que abarcaba el conjunto de escritos producidos por las clases instruidas: cabía desde la filosofía, pasando por los ensayos, las cartas y la poesía si se considera la literatura de acuerdo con su extensión y su contenido, la literatura podría ser universal, escribir sobre algo que no es literariamente real.
Teniendo en cuenta lo anterior la literatura y el uso publico de la razón establecen relaciones de libertad, de expresión oral, escrita y de manifestación ideológicas y de acontecimientos sociales, los escritores de nuestro tiempos llevan en su sangre la explosión de sus ideales la injusticia social y el surgimiento de su pueblo; El fenómeno literario ha estado en constante evolución y transformación durante todo el tiempo en el que se encuentra presente. No se le puede nombrar parte de la literatura a un texto en distintas épocas de la historia porque cambia el concepto de “arte literario.
5.Desde la visión cognitiva ¿qué competencias desarrolla la pedagogía de la literatura?
Por su parte, la pedagogía de la literatura obedece a la necesidad de consolidar una tradición en las y los estudiantes a través de la generación de procesos sistemáticos que aporten al desarrollo del gusto por  la lectura, es decir, al placer de leer  poemas, novelas, cuentos y otros productos de la creación literaria que llenen de significado la experiencia vital de los  estudiante y que, por otra parte, les permitan enriquecer su dimensión humana, su visión de mundo y su concepción social a través  de la expresión propia, potenciada por la estética del lenguaje.
Pero al mismo tiempo que se busca el desarrollo del gusto por la lectura, se apunta a que se llegue a leer entre líneas, a ver mas allá de lo evidente, para poder reinterpretar el mundo y, de paso, construir sentidos transformadores  de todas las realidades abordadas. Se busca entonces desarrollar en el estudiante, como lector activo y comprometido, a la formación en  literatura, donde se busca también  convertir el goce literario en objeto de comunicación pedagógica para incidir en el desarrollo  de competencias relacionadas con lo estético, lo emocional, lo cultural, lo ideológico, lo cognitivo y lo pragmático. En tal sentido, se requiere abordar la obra literaria en la escuela, de tal suerte que se generen lectoras y lectores críticos de su propia cultura, creativos y sensibles ante el lenguaje poético, con un amplio conocimiento cultural y con la disposición necesaria para disfrutar la ficción literaria y la libertad expresa de poder leer cuando y como se desee.
De allí se propenda por una pedagogía de la lectura centrada básicamente en la apropiación lúdica, critica y creativa de la obra literaria por parte del estudiante; es decir, se espera que conozca el texto, lo lea, lo disfrute, haga inferencias, predicciones, relaciones y, finalmente, interpretaciones.
Pero también se espera que ese contacto con la literatura con la literatura le permita explorar, enriquecer  y expresar la dimensión estética de su propio lenguaje. Para ello, se parte del criterio de leer todo tipo de textos, de cualquier época, región, autor, género y temática, pues lo más importante en este campo  es lo que,  desde el papel del docente, se pueda hacer con la obra literaria, y no tanto “que tipo de texto leer”, es decir, se pretende que se lea la  obra con una perspectiva de análisis que favorezca el desarrollo de procesos psicológicos superiores como los implicados en el pensamiento, la creatividad y la imaginación. 
6. ¿Qué se debe considerar en el análisis de una obra literaria?
Analizar una obra literaria consiste en estudiar el fondo y la formar del discurso literario. El análisis del mismo conlleva a escudriñar, qué dice la obra y profundizar en el contenido, en otras palabras; es abordar el fondo y la forma de esa organización de enunciados que conducen al significado y al significante. Los rasgos expresivos que caracterizan la obra literaria, son el motivo principal de su existencia y, está a su vez, contribuye a comprender la unidad.
Para realizar un correcto análisis literario, se deben seguir unas pautas, generalmente las mismas, y analizaremos el texto con el máximo detalle posible, dándonos cuenta de todas las partes en conjunto y por separado. La complejidad de dicho análisis literario dependerá mucho de cuánto queramos profundizar y hasta dónde estemos dispuestos a llegar en dicho análisis.
Resulta importante conocer aspectos geográficos e históricos de la obra literaria, ya que esta influencia se ve reflejada en otras mismas obras de la misma época o cultura.
Un análisis literario puede dividirse en 6 pasos que a continuación enumeramos y listamos para que se localicen de manera fácil y sencilla. Los seis pasos para el análisis literario son los siguientes:
PASOS PARA EL ANÁLISIS LITERARIO
1 - Determinación del tema
2 – Determinación de la estructura
3 – Determinación de la forma
4 – Caracterización de los personajes
5 – Biografía del autor
6 – Conclusiones
Lo más importante antes de realizar cualquier tipo de análisis literario es sin duda la correcta lectura de la obra o del libro. Puede tratarse de un cuento o una narración infantil, así como de una novela o de un ensayo. En función del tipo de obra literaria que se trate, la deberemos leer según las pautas marcadas, siendo la novela la más larga pero a la vez la más sencilla de analizar, y por el contrario, encontramos el ensayo o la prosa como el análisis más dificultoso de todos.
Una vez establecida la época en que la obra fue realizada y para que tipo de personas estaba dirigida, nos centraremos en conocer la influencia que puede causar a esas personas a las que va dirigida. Trataremos de conocer el mensaje de fondo o la moralina que el autor quiere dejar plasmada, así como el tipo de lenguaje literario que usa, las expresiones más utilizadas, las metáforas o las figuras literarias que utiliza, etc.
El argumento de la obra se puede considerar como un resumen que deja claras las principales ideas del autor y relata en pequeños rasgos la forma y la esencia de la obra. Se deben enumerar los principales personajes de la obra y resaltar las características que los diferencias a unos de los otros, siempre desde el punto de vista del autor y desde el punto de vista del lector, ya que en ocasiones estas mismas características difieren mucho de la idea de un personaje bueno o de uno malo tanto para el autor como para el lector de la obra literaria.
Al final, el propósito de un análisis literario no es otro que la de dejar plasmado todas las características de una obra analizadas desde todos los puntos de vista posibles y no simplemente ciñéndonos a las ideas contemporáneas o geográficas del momento. De este modo cualquier persona puede llegar a entender la obra aunque su cultura sea diferente a del autor o viva en una época muy futura a la que tuvo lugar mientras el autor la escribía.
Por último, podemos añadir a nuestro análisis crítico nuestra propia opinión. Podemos dejarnos llevar y criticar a nuestro gusto. Plasmar nuestras propias ideas dejando clara nuestra postura respecto a la obra. Si nos gusta o la despreciamos, nuestra opinión sobre el final de la obra, si cambiaríamos o no cambiaríamos nada.
7.¿Cuál ha sido el alcance del taller pedagógico como estrategia?
El taller pedagógico crea un espacio en la escuela donde el profesor pueda debatir, reflexionar, proponer y recibir informaciones y conocimientos de diferentes prácticas didácticas metodológicas realizadas en el medio de su actuación, crea un conjunto de material didáctico teórico y experimental donde se incluya instrumental pedagógico, modelos y juguetes, planos de construcción y aplicación, artículos, libros, revistas… todo lo que, de alguna manera pueda prestar ayuda al trabajo del profesorado.
Asesora al profesorado en su acción educativa mediante la multiplicación y divulgación de cursos, experiencias de otros profesores, préstamo de material para investigación, proporciona reflexiones sobre respuestas didácticas concretas, junto con la utilización de materiales simples en el desarrollo de actividades experimentales y lúdicas en la enseñanza de las diversas áreas de conocimiento; desarrolla proyectos de trabajo fundamentados en los contenidos desarrollados dentro de cada serie y dentro de las perspectivas propuestas por los propios profesores para ser incluidos en la colección del taller.
Por otro lado los talleres adaptan la Escuela al niño para que éste pueda desarrollar al máximo todas sus capacidades, consegue una Escuela inmersa en la realidad, donde se aprenda a partir de las vivencias del niño y donde se le enseñe a tener una actitud crítica ante lo que le rodea, valora a todos y cada uno de los niños tal y como son, ayudándoles a reconocer sus capacidades y las de los demás, potenciando de esta forma la autoconfianza y la autoestima.
Establece entre el profesorado una dinámica de trabajo donde se potencie la búsqueda de nuevas formas de hacer, para mejorar la praxis educativa, conseguir una Escuela abierta y participativa con el entorno.
Tendremos que preparar un niño que busque soluciones ante distintas problemáticas. Un niño que tenga capacidad de expresión e iniciativa, pues esto le hará tener seguridad en sí mismo, y será capaz de tomar decisiones.
Para que esto sea viable, cada Taller estará preparado con materiales, actividades, objetivos…; que abarquen el proceso de enseñanza-aprendizaje de los niños que vayan a asistir a él.
Los grupos, que se corresponden con el grupo-clase, irán pasando por los determinados Talleres en distintas sesiones de trabajo a lo largo de la semana. Así el niño tendrá acceso no sólo a su clase y su profesor, sino a varios espacios y profesores del Centro.
La Metodología de trabajo que utilizará con el niño estará basada en el concepto de enseñanza-aprendizaje del que ya hemos hablado: partir de sus experiencias y llegar a la utilización de todos los conceptos aprendidos.
El niño será responsable de su trabajo en todo momento, llevando unas pautas de autocontrol de su tarea.
Un punto importante de esta Metodología de Talleres, será el tener en cuenta la Globalización y la Interdisciplinariedad de las áreas. Cuidaremos que todos los aprendizajes, con independencia del área al que correspondan, se aprendan con la misma Metodología y además estén relacionados unos con otros.
La creación de un taller pedagógico sale al paso de las necesidades de aquellos educadores que intentan innovar en su acción con los alumnos.
El taller tendrá como meta llegar a dominar todas las modalidades de enseñanza y las áreas de conocimiento que se realizan en las distintas unidades de trabajo. Mediante proyectos valorados por los profesores y presentados a los coordinadores del taller, los educadores tendrán acceso al espacio físico y/o al material necesario para desarrollar con los niños el trabajo que se pretende.
El taller, entre otras actividades, estará abierto a encuentros, debates, impartición de cursos y grupos de reflexión que tengan propuestas afines y pretendan ponerlas en común.
En los talleres pedagógicos existirá siempre una gran preocupación por la interdisciplinariedad para impartir cursos y proporcionar oportunidades de encuentro a los profesionales de la educación que persiguen los mismos objetivos, esto es, que pretenden utilizar materiales específicos y reflexionar sobre el acuerdo entre teoría y práctica para mejorar el nivel de aprendizaje.
El taller pedagógico puede organizar proyectos como: periódico escolar, biblioteca, museo de ciencias, huerta, jardín, juegos educativos, excursiones, etc.
Puede además promover cursos y encuentros entre profesores para el mejor aprovechamiento de los alumnos.
8.            ¿Qué ha caracterizado la periodización literaria?
La historia de la literatura se forma a través de un conjunto de escuelas y movimientos artísticos que se ubican en un momento determinado de la historia de la humanidad. Es así que, adoptan las características de cada periodo y las redefinen mediante el lenguaje literario. Este material pretende esbozar, por un lado, un pequeño glosario de los términos que se emplean en el estudio de la historia literaria; y por otro lado, dar cuenta grosso modo de los movimientos que la componen.
Sistema de organización cronológica que se usa en la historia de la literatura para situar dentro del tiempo a los autores y sus obras. No hay acuerdo único en la ampliación de denominaciones. En ocasiones se estudia la literatura por siglos y se señalan dentro de ellos épocas o periodos diversos. Es necesario tener en cuenta conceptos como escuela, corriente, movimiento, periodo. Considerar la periodización es indispensable para el aprendizaje de la literatura, pues, por su utilidad para ubicar escritores y obras permite la interrelación con las manifestaciones literarias surgidas dentro del país o en otros por el mismo tiempo y con las culturales, artísticas, científicas las que tan estrechamente está ligada y sin el influjo de las cuales no podría entenderse, en la mayor parte de las ocasiones, su propia evolución.
La periodización es más concisa y fácil de entender y se divide solo en tres etapas, estas son:
*      Implantación: En esta fase lo más importante serian los géneros literarios, en especial la prosa, porque las manifestaciones son crónicas y diarios de viajes.
*      Superación: En esta fase lo más importante son los movimientos literarios, entre ellos, el Romanticismo, el Realismo y el Naturalismo.
*      Independencia Literaria: Lo más importante son las corrientes literarias, dos en especial: Vanguardismo y Regionalismo.
Esta división se comprende por diez períodos:
J  Período del descubrimiento y la conquista.
J  Período colonial.
J  Período de la emancipación.
J  Período romántico.
J  Período romántico (continuación). Los proscriptos en la literatura argentina. Epoca de la organización nacional.
J  Período Postromántico.
J  La poesía gauchesca en el Río de La Plata.
J  Período modernista.
J  La literatura americana contemporánea.
J  La literatura argentina contemporánea.
9. ¿Qué aportes se han hecho al concepto de periodo en la literatura?
Es importante analizar donde nace el concepto de periodos literarios, donde, se interfiere  que la periodización es un problema inevitable. Por supuesto, no es exclusivo de la literatura, sino propio de todas las disciplinas históricas: cómo ordenar el material de que se trate (libros, sucesos, personas) en períodos que sean congruentes cronológicamente y que posean un cierto sentido.
Por otra parte, la multiplicidad de relaciones de la literatura exigirá prestar atención, a la hora de establecer períodos, a una multitud de factores históricos: sociales, políticos, económicos...
Partimos, así pues, de que los períodos poseen un valor instrumental, no absoluto. Por eso, sin desmesurar su importancia, conviene elegir bien nuestras herramientas para que sean lo más finas y adecuadas para el trabajo que vamos a realizar.
En este terreno como en otros caben dos extremos opuestos: la tesis que podemos llamar metafísica (el período es un ser real) y la nominalista (es una simple etiqueta lingüística intercambiable). A la primera tendencia pertenecen algunos críticos de la llamada «ciencia de la literatura» alemana, como Cysarz, que distingue los problemas concretos, de rango inferior, y la periodología, «concebida como línea y no como herramienta, como forma esencial y no como norma de ordenación, que revela la estructura total de una ciencia, y, a través de ésta, un sector y hasta tal vez un hemisferio de todo el globo intelectual». Así, no se trata sólo de medir u ordenar con más o menos exactitud, sino de ejercitar «la función fundamental de una interpretación de la obra literaria y una reflexión sobre la vida». Y todo culmina nada menos que con la pretensión de lograr «la definitiva superación de la antítesis superficial entre el individualismo y el colectivismo». Además la división  de estas propuestas para entender más fácil cada periodo y complementar su aplicación en la enseñanza aprendizaje.
10.         ¿Por qué es necesario elegir criterios literarios para fundamentar y definir los periodos literarios?
Para que la lectura crítica, dentro de la cual se incluye el análisis, no quede incompleta es necesario pasar a la fase de la interpretación, la cual pretende descubrir o atribuir sentidos implícitos en un texto literario. Por tanto es esencialmente hermenéutica, y como tal, procura pasar de la mera comprobación de los elementos constitutivos del texto literario, para revelar el sentido que éstos sustentan. En la perspectiva de cumplir su objetivo, la interpretación se basa en la noción de que la obra literaria funciona como un signo estético dotado de significados globales, cuya relación con los elementos significantes no se rige sólo por el estatuto de convencionalidad propio del signo lingüístico, sino que ella se dirige, fundamentalmente, al descubrimiento de sentidos subyacentes, velados o implícitos.
         Como corolario, a lo hasta aquí expresado, es necesario patentizar que el análisis y la interpretación constituyen dos fases inseparables y complementarias de la lectura crítica, motivo por el cual se llama análisis literario a la actividad intelectual que engloba y conjuga ambos procesos específicos, puesto que el análisis, para ser completo, convoca a la interpretación y ésta, para estar fundamentada, requiere del análisis previo.
Con base en estas ligeras conceptualizaciones teóricas en torno al análisis literario, en las páginas subsiguientes se presenta la programación analítica del Seminario Taller: Métodos de análisis literario. También se presentan los documentos que aspiran fundamentar una teoría mínima sobre el análisis literario y sus principales métodos, así como algunos ejemplos de aplicación práctica a la lectura y valoración de obras literarias específicas, fundamentalmente en el ámbito del género narrativo.
Porque algunos tienen ciertas características y mezclar por su parecido lo que se evidencia al analizar  cada criterio de los periodos literarios, es la complejidad y alcance de estos  ubicándolos en sus momentos permitentes
11.          ¿Qué contraste analítico y reflexivo y critico se pueden establecer a cada uno de los periodos literarios que han sido objeto de estudio desde una perspectiva histórico-pedagógica?
El contraste analitico, reflexivo y crítico se establece en las distintas teorías como:
Teoría según su origen es “mirar, contemplar” por tanto atendiendo a su naturaleza y función la teoría es ideológica, doctrinal, organizativa y prescriptiva. Sobre todo hay que destacar la función prescriptiva en cuanto nos dicta normas sobre cómo se debe construir o cómo está construida o creada la obra literaria. De ahí que se establezca una distinción entre teoría literaria a priori y teoría literaria a posteriori.
Teoría literaria a priori: aquella que realiza por lo general los propios creadores ofreciendo normas sobre la creación literaria (la filosofía de la composición, cómo se construye un soneto...).
Frente a la teoría literaria a priori hay otra a posteriori: cuando el teórico se ocupa tanto de la teoría literaria a priori como de cómo está construida la obra literaria (por ejemplo: si se hace un estudio de la comedia sería una teoría literaria de la comedia).
En cuanto a la ciencia literaria su origen significa la capacidad de “juzgar, distinguir, decidir, separar e interpretar”.
Así hemos dicho que la teoría literaria en términos generales (que es prescriptivo) es anterior a la obra literaria, la ciencia literaria siempre es posterior a la obra de tal manera que en el hipotético caso de que no existiera la obra literaria, puede existir una teoría de la literatura pero nunca podrá haber una ciencia literaria porque la función esencial de la ciencia literaria es la de analizar, interpretar a la obra literaria.



NUCLEO PROBLEMICO N° 2 Y 3
ESTUDIOS DE HISTORIA Y CRITICA LITERARIA
1. ¿Qué corrientes han estado relacionadas con los estudios literarios?
El siglo XIX vio desarrollarse la otra gran disciplina que se ocupa de los estudios literarios, que es la Historia de la Literatura. Ésta es una rama de los estudios generales de Historia o, más en particular, de los estudios de Historia de la Cultura; también existen los Estudios de Estética, que en su aplicación a los estudios literarios han llevado al desarrollo del Nuevo Comparatismo y de la Estética Comparada (que compara los textos literarios con las artes plásticas), o bien la tradicional Kuntsgeschichtliche Grundbegriffe, expuesta por O. Walzel de forma teórica, que enfoca la Literatura bajo el prisma de la Historia del Arte.
La Historia de la Literatura tiene un enfoque universal o nacional, aunque este último sea, con mucho, el más común. Las historias de la literatura nacionales se constituyeron como materia autónoma en pleno siglo XVIII y se revitalizaron gracias al Romanticismo; éstas se ocupan de los textos literarios escritos en una misma lengua (española, francesa, inglesa), con un respeto que a menudo resulta tan ilógico como enojoso de las divisiones políticas o administrativas. Por esa razón, hay una historia de la literatura inglesa y otra norteamericana; una historia de la literatura española y otra general para Hispanoamérica o particular para cada una de las naciones de aquel continente.
El sinsentido se pone claramente de manifiesto al comprobar que el estudio de la denominada Literatura Colonial (siglos XVI a XIX) se ha desvinculado por completo de la literatura española, aun cuando España y el Nuevo Continente eran una misma entidad administrativa y cultural; del mismo modo, la política se aplica con carácter retrospectivo y se segrega a Sor Juana Inés de la Cruz del conjunto de la literatura española áurea o bien México y España se disputen a un escritor teatral como Juan Ruiz de Alarcón, por haber nacido en el Nuevo Continente y haber desarrollado su obra en la Península. Como se ha indicado, tales disputas carecen de todo fundamento, como también parece excesivo dejar fuera de la cultura española a ese héroe independentista de Filipinas que fue Felipe Rizal.
Otro exceso de la misma índole pasa por historiar toda la literatura escrita en el suelo patrio y atender más a la geografía que a la cultura. Por ejemplo, carece de todo sentido, como vemos en la Historia de la Literatura Española de los hermanos Mohedano en el siglo XVIII, estudiar a Séneca, Quintiliano o Marcial dentro de la literatura española sólo porque nacieron en España. Ellos son, por el contrario, grandes representantes de la cultura y la literatura romanas, pues su lengua era el latín y, desde el punto de vista administrativo y cultural, Hispania no era sino una parte de Roma. Sin necesidad de comulgar con las ideas de Américo Castro, no parece lógico subordinar bajo literatura española manifestaciones que nos remiten a la Antigüedad, como tampoco parece lógica la consideración de otras lenguas diferentes del castellano y dialectos afines.
No obstante, los estudios de la literatura española habrán de tomar en consideración la literatura clásica o las literaturas semíticas en numerosos momentos; es más, nunca se deberá segregar aquella parte de la producción de un autor que escrito en otra lengua. De hecho, y por poner tres ejemplos próximos, Alfonso de Palencia, Alfonso de Cartagena o Antonio de Nebrija. Sólo se comprenden cuando estudiamos sus textos vernáculos en compañía con los que compusieron en latín; del mismo modo, es necesario tomar en consideración la obra completa de un autor, aunque se haya servido de dos o más lenguas vernáculas, que es el caso de Alfonso X o Gil Vicente, o del romance y una lengua semítica, como vemos en Sem Tob de Carrión.
2. ¿Qué aportes transcendentales han marcado la historia de la pedagogía de la literatura desde el siglo XVIII hasta la mitad del siglo XXI?
La pedagogía como movimiento histórico, nace en la segunda mitad del siglo XIX. Reconoce serios antecedentes hasta el siglo XVIII, pero se afirma y cobra fuerza en el siglo XX, particularmente después de la primera Guerra Mundial (1.914 – 1.918). Sin embargo, la pedagogía general, combinada con la historia, tiene entre sus misiones la de intentar un esquema que haga las veces de brújula para orientar a los educadores en el laberinto de los sistemas y técnicas pedagógicas que surcan nuestra época.
El pensamiento pedagógico puede decirse que comenzó su desarrollo desde los propios albores de la humanidad. El sí mismo no es más que una consecuencia de su devenir histórico, en correspondencia con la necesidad del ser humano de trasmitir con eficiencia y eficacia a sus congéneres las experiencias adquiridas y la información obtenida en su enfrentamiento cotidiano con su medio natural y social.
Las ideas pedagógicas abogan en ese momento crucial de la historia del ser humano como ente social por la separación en lo que respecta a la formación intelectual y el desarrollo de las habilidades y las capacidades que habrían de lograrse en aquellos hombres en que sus tareas principales no fueran las de pensar, sino las requeridas para el esfuerzo físico productivo, tales ideas pedagógicas debían insistir lo suficiente para lograra en la práctica que la mayoría o la totalidad de la "gran masa laboriosa" aceptara esa condición de desigualdad. Con estas concepciones es que surgen las denominadas escuelas para la enseñanza de los conocimientos que se poseían hasta ese momento para el uso exclusivo de las clases sociales selectas, asignándoseles a las clases explotadas, como única salida de sobre vivencia, el papel protagónico de la realización del trabajo físico.
Tales concepciones e ideas pedagógicas, conjuntamente con las cualidades que deben poseer tanto el alumno como el maestro, aparecen en manuscritos muy antiguos de China, la India y Egipto.
El desarrollo del pensamiento pedagógico tiene lugar en Grecia y Roma con figuras tan sobresalientes como Demócrito, Quintiliano, Sócrates, Aristóteles y Platón. Este último aparece en la historia como el pensador que llego a poseer una verdadera filosofía de la educación. El pensamiento pedagógico emerge con un contenido y una estructura que le permite alcanzar un cuerpo teórico verdadero. En el renacimiento la pedagogía figura ya como una ciencia independiente.
Entre 1.548 y 1.762 surge y se desarrolla la Pedagogía Eclesiástica, principalmente la de los Jesuitas, fundada por Ignacio de Loyola y que más tarde, en 1.832, sus esencialidades son retomadas para llegar a convertirse en el antecedente de mayor influencia en la pedagogía tradicional.
La pedagogía eclesiástica tiene como centro la disciplina, de manera férrea e indiscutible, que persigue, en última instancia, afianzar cada vez más el poder del Papa, en un intento de fortalecer la Iglesia ya amenazada por la Reforma Protestante.
Se puede decir que la pedagogía tradicional, como práctica pedagógica ya ampliamente extendida alcanza su mayor grado de esplendor, convirtiéndose entonces en la primera institución social del estado nacionalista que le concede a la escuela el valor insustituible de ser la primera institución social, responsabilizada con la educación de todas las capas sociales.
Es a partir de este momento en que surge la concepción de la escuela como la institución básica, primaria e insustituible, que educa al hombre para la lucha consciente por alcanzar los objetivos que persigue el Estado, lo que determina que la Pedagogía Tradicional adquiera un verdadero e importante carácter de Tendencia Pedagógica, en cuyo modelo estructural los objetivos se presentan de manera tan solo descriptiva y declarativa más dirigidos a la tarea que el profesor debe realizar que a las acciones que el alumno debe ejecutar sin establecimiento o especificación de las habilidades que se deben desarrollar en los educandos, otorgándoles a éstos últimos el papel de entes pasivos en el proceso de enseñanza al cual se le exige la memorización de la información a él transmitida, llevándolo a reflejar la realidad objetiva como algo de quienes aprenden.
3.¿Cuál es el propósito de la historia literaria?
Los escritores persiguen conscientemente unas determinadas intenciones con su arte, aunque el lector de cualquier época, de acuerdo con su formación o prejuicios, puede interpretar los textos de forma distinta e incluso contraria a la voluntad de quien los compuso. La torpeza, una personalidad enfermiza o bien una interpretación por exceso pueden alimentar una lectura en clave erótica donde no hay ningún dato objetivo que invite a una lectura en dicha clave; con más frecuencia, la distancia que nos separa de la época en que se escribieron numerosas obras dificulta sobremanera una interpretación correcta o plausible. La crítica, por ejemplo, recuerda las dificultades que hoy tenemos para captar la dimensión moral de La Celestina y el Libro de buen amor, obra esta que persigue entretener y moralizar a un mismo tiempo, según revela su autor, que somete a su público a un difícil ejercicio para interpretar el pasaje en una u otra clave.
4.¿Qué operaciones generales y básicas comportan la historia en la literatura?
La literatura o de narrativa autorreferencial que trata los temas del arte y los mecanismos de la ficción en sí mismos.
Es un estilo de escritura que de forma reflexiva o autoconsciente recuerda al lector que está ante una obra de ficción, y juega a problematizar la relación entre ésta y la realidad. Dentro de un texto de meta ficción, la frontera realidad-ficción y el pacto de lectura de ésta se ven quebrantadas, llamando el texto la atención sobre su propia naturaleza ficcional y su condición de artefacto..
En términos generales, se entiende por meta ficción un tipo de narrativa que se caracteriza por su naturaleza auto-reflexiva, auto-referencial, y consciente de sí misma (autoconsciente), que opera a través de una serie de procedimientos narrativos con el fin de convertir el discurso en referente de sí mismo. La noción de meta ficción puede ser aplicada a una obra en su totalidad cuando el componente metafictivo es su fin o motivación última, o sobre ciertos elementos concretos que pueden aparecer con el fin de establecer un punto de inflexión narrativo dentro del eje central de una trama ficcional. Es en el primer caso en el que hayamos, propiamente, las categorizaciones de meta novela, meta filme, meta teatro, etc. La narrativa de meta ficción se encuentra muy ligada a la postmodernidad, como época, y al postmodernismo como categoría estético-artística, ya que aquélla se establece como un vehículo ideal para representar los valores y concepciones característicos de éstos, como son la relativización de la realidad, el escepticismo ante el lenguaje como intérprete de la racionalidad, la crisis del sujeto como un todo completo y definible, o la pérdida de la delimitación del continuo espacio-temporal.
5.¿Cuál es la relación que se puede establecer entre los estudios literarios y su proyección en la pedagogía del sentido?
La relación se puede establecer en un ejemplo postulado como lo es San Francisco de Asís “patrono de los ecólogos” fue una persona apasionada por el medio ambiente, amando a Dios, a la naturaleza y a cada ser por más insignificante que pareciera. San   Francisco sentía la necesidad de proteger la vida de todos los seres, porque para él los demás seres diferentes del hombre los consideraba como hermanos y hermanas ya que todos resplandecen por igual a la imagen de Dios.
En la actualidad se ha ido perdiendo el legado de san francisco, los seres humanos están acabando con la naturaleza, quitándole la vida al planeta, extinguiendo el hogar de todos los seres vivos.
El antropocentrismo se ha encargado de dejar a un lado la espiritualidad para preferir un mundo económico basándose en la destrucción del medio ambiente destruyendo todo a su paso sin pensar las consecuencias que podrá llevar dicha acción.
Pero entidades, ecólogos y personas dedicadas al medio ambiente como lo fue san francisco están haciendo recapacitar a las nuevas generaciones para cuidar la naturaleza y a todos los seres que la rodean, dichos entes nos están recordando el pensamiento de san francisco, teniendo presente que el llego a ser una persona la cual afirmaba   que el hombre y la naturaleza tienen el mismo valor, y si una organismo necesita algo del otro se hará de una forma adecuada explicada con la siguiente frase: “a los hermanos que hacen leña prohíbe cortar del todo el árbol, para que le quede la posibilidad de echar brotes”.
 La relación de la búsqueda  de la unidad en el estudio literario  y las herramientas que van construyéndose a partir de las experiencias pedagógicas del entorno y contexto
6. ¿Por qué la comprensión de lectura que se orienta en la educación, no ha permitido reconocer  la naturaleza de la literatura; impidiendo la apropiación integral de la significación?
Es comúnmente aceptado que la escuela tiene como una de sus metas la formación o reforzamiento del hábito lector. Es también ampliamente conocido que se suele hablar de una crisis de la lectura. Es motivo de análisis, tanto en libros como en artículos, conferencias y foros, la supuesta tendencia a leer cada vez menos, tanto entre los niños, como entre jóvenes y adultos. Las instituciones educativas demuestran especial preocupación por este hecho, que sabemos ha generado diversas interpretaciones. Se ha puesto especial énfasis en señalar que nuestros niños y jóvenes ya no responden a los mismos intereses que fueron los que, en generaciones atrás, despertaron la ilusión para leer determinados temas, géneros, obras, que parecen hoy no concitar el mínimo de atracción. Se ha producido una fractura generacional que ha envuelto cambios significativos en cuanto a intereses, gustos, preocupaciones.
La escuela tiene que desenvolverse dentro de los cambios que nos ha tocado vivir. Como toda etapa de transición significa desconciertos, dudas, nuevos objetivos y nuevos procedimientos. Estos cambios exigen, de parte de los profesores y de todas las personas e instituciones vinculadas con la cultura, conocer y enfrentar los nuevos desafíos, tratando de encontrar respuestas y soluciones inteligentes, plenamente realistas.
La lectura constituye un objetivo tanto de la escuela como de la familia y de la sociedad toda. Inmersa en la sociedad y en la cultura que suele denominarse posmoderna, enfrenta una serie de problemas que es necesario conocer para, con ese fundamento, concebir esas respuestas realistas que se suelen demandar.

El objetivo de este trabajo es lograr un acercamiento al tema maravilloso de la lectura, pero centrado en nuestra posición de educador. No se pretende dar recetas de cómo hacer lectores, que dejamos establecido desde el comienzo nadie las conoce, simple y llanamente porque no las hay. Nuestra intención es lograr una mayor divulgación de tan importante y trascendental tema, porque conociéndolo -lo más adecuadamente posible- sabremos comprender sus mecanismos y desentrañar sus complejidades. Es ese conocimiento lo que realmente nos brindará la más valiosa ayuda para alcanzar nuestras metas en cuanto al fomento de la lectura, que necesariamente tiene que tener en cuenta las nuevas modalidades, los nuevos intereses y las nuevas tecnologías. La lectura en formato digital no es el futuro. Es ya presente y como tal tiene que ser también de nuestro interés. La pasión lectora, independientemente de su soporte, tenemos que trasmitirla. No hay llave mágica para abrir el mundo de la lectura. Constituye un desafío. No hay camino único por el cual transitar hacia el lectoespacio. Si logramos contagiar nuestra pasión lectora, conseguiremos abrir la puerta hacia el maravilloso mundo de la lectura.
Por esta razón no se le da prioridad a la naturaleza de la literatura por la falta de interés lector.
7.Haga una reflexión en torno al poder que ejerce la literatura sobre el aparato retorico y el enunciado?
En el análisis  que se hace en primer lugar haciendo articulación que se tenga  con los preconceptos para ir determinando los argumentos presentes  y así se va construyendo el concepto ya sea para una forma crítica  que fortalezca o de manera única de información.
Además del enunciado del contenido de la retórica, de repasar qué actividades quedaban englobadas bajo ese nombre, creemos que es necesario marcar un límite con otro concepto afín, con el que a veces se superpone la retórica, englobándolo o quedando englobada por él, según los casos. Y éste es, por supuesto, el de literatura, todavía más escurridizo que el de retórica. En efecto, una cuestión capital para situar adecuadamente a la retórica es precisar su relación con lo que llamamos literatura.
En todas las historias de la literatura latina se plantea lo problemático de que exista un corpus claramente delimitable que constituya el objeto de estudio de esa disciplina. Uno de los obstáculos en los que, con razón, más se repara es el del anacronismo que ello implica: los romanos no tenían un concepto de «literatura» como el actual, e historiar esa «literatura» conlleva reunir textos que sus autores y destinatarios originales concebían como pertenecientes a ámbitos, en muchos casos, considerablemente distintos. Paralelo a este hecho es que cualquier reflexión romana -o antigua- sobre los textos «literarios» pasa automáticamente, con el mismo anacronismo, a ser «crítica literaria»; y la reflexión más sistemática, compleja y rica sobre el lenguaje organizado en la antigüedad es, por supuesto, la retórica. Así, es frecuente encontrar resúmenes o visiones generales del conjunto de la retórica romana en obras que pretenden relatar una historia más o menos amplia de la crítica literaria o del discurso metaliterario.
8.            ¿Qué implicaciones tiene el considerar el abordaje semiótico de la literatura?
La conceptualización de semiótica "como ciencia de los signos ya se encuentra en las reflexiones filosóficas desde hace 2500. Ferdinand de Saussure, rompiendo con la tradición histórico comparativista del siglo XIX, remarca en el Curso de Lingüística General la idea de que la lengua es un sistema de signos y, por lo tanto, la lingüística es una parte de la semiótica. El fundador de la semiótica contemporánea en el ámbito filosófico es, Charles S. Peirce. En la concepción de Peirce, todos los conceptos y las palabras humanas son signos.
En Semiosfera I y II, Iuri Lotman, adecuando su teoría a las definiciones dadas por V. I. Vermadski sobre la biosfera, explica la existencia de un continnum semiótico donde se encuentran instaladas formaciones semióticas de diversos tipos y dispuestas en distintos niveles de organización. El concepto de que la historia del conocimiento científico es a la vez la historia de la creación de una nueva fuerza geológica en la biosfera permite a Lotman adecuar este principio al ámbito de la cultura, creando un nuevo campo teórico que parte de conceptos científicos para explicar determinados fenómenos sociales instalados en una determinada cultura.
Así, semiosfera es un organismo complejo que funciona como un "gran sistema" fuera del cual es imposible la existencia misma de la semiosis.
Lotman observa que investigaciones basadas en la necesidad de darle un marco científico a la semiótica hacen que su objeto de estudio sea cualquier objeto que ceda ante los recursos de la descripción lingüística lo que significaba ir de lo simple a lo complejo al modo de una estructura de átomo, esto obliga a reducir lo complejo a una suma de objetos simples.
Este método de conveniencia heurística, sin embargo, no podía dar cuenta de una organicidad funcional del espacio semiótico de una cultura donde cada una de las partes pudiera dar cuenta del todo, el que a su vez se constituiría en un engranaje dinámico y diverso, es decir en un continuum semiótico.
La semiosfera es un espacio abstracto cerrado en sí mismo, donde tienen lugar procesos comunicativos y la producción de nueva información.
El universo semiótico está constituido por un conjunto de distintos textos y de lenguajes cerrados unos respecto de otros al que Lotman opone una versión más fructífera al considerar la existencia de un gran sistema fuera del cual es imposible una existencia semiótica.
9. ¿Qué elementos contribuyen a la comprensión del sentido desde la semiótica?
Semiología es un término usualmente intercambiable con el de semiótica, éste último preferido por los anglosajones; el primero, por los europeos continentales y por los latinoamericanos. De hecho, Charles Sanders Peirce fue, al parecer, el primero en usar el término semiotic, aunque fue otro estadounidense -Charles William Morris- quien realizó el primer proyecto completo para una semiótica.
La semiótica se define como el estudio de los signos, su estructura y la relación entre el significante y el concepto de significado. Los alcances de la semiótica, de la misma manera que su relación con otras ciencias y ramas del conocimiento, son en extremo amplios.
Se propone que la semiótica sea el continente de todos los estudios derivados del análisis de los signos, sean estos lingüísticos (semántica) o semióticos (humanos y de la naturaleza). Existen muy pocas clases de signos, como el signo lingüístico o el signo clínico, cuyas descripciones se pueden consultar en el artículo correspondiente, o a través de signo (desambiguación).
Según otro punto de vista, el de Charles Sanders Peirce, la "semiótica" es la que debería incluir a las demás ciencias que tratan de los signos en determinados campos de uso o del conocimiento. Este pensamiento es coherente con el hecho de que la semiótica se plantea como la ciencia básica del funcionamiento del pensamiento, intentando responder la interrogante de cómo el ser humano conoce el mundo que lo rodea, cómo lo interpreta y cómo construye y crea conocimiento y lo transmite. Por esto, la semiótica ha llegado a ser planteada como la ciencia de las ciencias rivalizando con la epistemología.
Algirdas Julius Greimas presenta la teoría semiótica como la relación fundamental entre el sujeto que conoce y el objeto conocido, y tiende a precisar las condiciones de producción de sentido. Además de las exigencias del método que ayuda a formular esas hipótesis en una serie de axiomas como estructuras elementales de la comunicación.
Algunos autores han definido la semiótica como la ciencia que estudia todos los sistemas de signos en general incluyendo al lenguaje humano. Es necesario recalcar que el lenguaje humano es el sistema de signos (simbólico) más complejo que existe , es decir que el signo lingüístico es comprendido como la asociación más importante en la comunicación humana.
10.         ¿Cuál ha sido el papel de la intertextualidad en el abordaje de la obra literaria?
Se entiende por intertextualidad, en sentido amplio, el conjunto de relaciones que acercan un texto determinado a otros textos de variada procedencia: del mismo autor o más comúnmente de otros, de la misma época o de épocas anteriores, con una referencia explícita (literal o alusiva, o no) o la apelación a un género, a un arquetipo textual o a una fórmula imprecisa o anónima.
En su forma más restrictiva, tal como la formula el narratólogo Gérard Genette en su obra Palimpsestos. La literatura en segundo grado, la intertextualidad es una modalidad entre algo más extenso denominado transtextualidad, y se trata de:
Una relación de copresencia entre dos o más textos, es decir, eidéticamente y frecuentemente, como la presencia efectiva de un texto en otro. Su forma más explícita y literal es la cita (con comillas, con o sin referencia precisa)... El plagio, que es una copia no declarada pero literal... La alusión, es decir, un enunciado cuya plena comprensión supone la percepción de su relación con otro enunciado al que remite necesariamente tal o cual de sus inflexiones, no perceptible de otro modo.


NUCLEO PROBLEMICO N° 4
SINOPSIS SOBRE EL PROCESO HISTORICO DE LA NOVELAY UN SIGLO DE POESIA
1. ¿Qué tipo de desarrollos históricos, ideológicos ha manifestado la novela hasta adquirir la característica de la modernidad?
Desde la antigüedad se han escrito narraciones en prosa a las que se ha aplicado de manera indiscriminada el término novela. Muchos relatos que más tarde se incorporaron a la tradición literaria europea tienen su origen en Egipto. El primer texto indio que cabe considerar como precursor de la novela es quizá el Daśakumāracarita (Cuentos de diez príncipes), un romance en prosa de Dandin, escritor en sánscrito de finales del siglo VI d.C. La primera novela en opinión de algunos expertos es el relato japonés Cuento de Genji (siglo XI), de Murasaki Shikibu. El género gozó de gran popularidad entre los griegos durante los primeros siglos de la era cristiana.
El relato largo en verso narrativo, la abundante cantidad de romances en prosa y los fabliaux franceses florecieron en Europa durante la edad media y su contenido se alimenta de los recuerdos contados y transmitidos por la tradición sobre los héroes más o menos históricos o legendarios y sus proezas. Estas obras contribuyeron al desarrollo de lo que más adelante será la novela pero que en esta época no tiene nombre como género, y se les conoce tanto como ‘libro’ piénsese en la doble denominación libro o novela de caballerías, por ejemplo, ‘historia’ o ‘tratado’ .La perspectiva antropocéntrica que caracterizó al renacimiento tuvo una repercusión importante en el desarrollo de la novela, por otra parte el punto de vista del autor se desplaza y deja de observar a los héroes antiguos para fijar la mirada en los individuos de su época, fuesen éstos pastores, mendigos, hidalgos, clérigos, soldados, zagalas, alcahuetas o monjas. Además la narración se detenía en su forma de vida y en sus conflictos, generalmente amorosos, aunque también propios de los azares de la vida cotidiana: económicos, de aventuras o de supervivencia. Esta novela narra las aventuras de un caballero enloquecido por sus innumerables lecturas de novelas de caballería.
En la América española, aparecen a lo largo del siglo XVII ejemplares de obras en las que se mezcla la novela, el relato pastoril y ciertos elementos ascéticos y religiosos, reflejo fiel de la ideología dominante.
DESARROLLO DE LOS GENEROS
Las diversas categorías de novela aparecidas durante el siglo XVIII no son independientes ni se excluyen mutuamente. La novela didáctica expone teorías sobre la educación u opiniones políticas. La novela gótica introduce el elemento del terror a través de apariciones, sucesos sobrenaturales, cadenas, mazmorras, tumbas y una naturaleza que muestra su rostro más sobrecogedor.
La comedia de costumbres ha sido uno de los géneros más populares en la novela británica y refleja a través del lenguaje y el comportamiento el conflicto entre diferentes personajes condicionados por su cultura y su entorno social. Las protagonistas son normalmente muchachas que buscan el conocimiento de sí mismas y que no siempre logran marido. El ingenio, la ironía y la percepción psicológica de Austen se combinan con un estricto sentido de los modos adecuados de conducirse en sociedad.
A lo largo del siglo XVIII se observa en Europa una reinvención o transformación radical del género novelesco que afecta tanto a los mecanismos de la producción del texto como a los de su recepción;  pasa a convertirse en vehículo de transmisión de ideas y conocimientos. Sin embargo, la fortaleza de los modelos ingleses y franceses aconsejó a los novelistas de otros países optar por la vía de la adaptación o la traducción directamente antes que emprender un camino propio..
Después de todo este proceso que mantuvo la novela desde finales del siglo  VI d.C. hasta  inicios del siglo XVIII se demostró que los  grandes escritores podían enfocarse en los diferentes ambientes donde se podía desarrollar una historia que cautivara el corazón y la mente de los lectores haciéndolos permanecer metidos en los textos hasta culminar su lectura, además de esto podemos ver como la literatura de este tipo aun es vital en el desarrollo no solo de países como Francia o Inglaterra sino en países latinos como el nuestro, después del siglo XIX se puede decir que la novela obtuvo más importancia y que no solo fue leída, fue imaginada y dramatizada por diferentes personalidades que se metieron en los zapatos de otras figuras que podían ser imaginarias o que pertenecían a un lugar determinado.
2. ¿A qué hace referencia la nueva novela?
La nueva novela hace referencia a la Novela policiaca que es un relato de misterio en el que se plantea un enigma criminal, por lo general un asesinato, investigado por una o más personas. El protagonista suele ser un detective o un oficial de policía y la narración se ofrece en primera o en tercera persona. El encargado de la investigación interroga a los sospechosos y reúne pruebas para reconstruir el crimen. El detective comparte con el lector las pistas que va encontrando, pero no revela su significado hasta el final de la novela.
La investigación se basa en el análisis del móvil, las circunstancias y los medios, y el caso se resuelve tras eliminar a todos los sospechosos que no se ajustan a estos criterios. Con el fin de que la trama resulte difícil para el detective e interesante para el lector, el autor va sembrando de obstáculos el desarrollo de la investigación: diversos sospechosos, nuevos casos de asesinato, pretextos para desviar la atención del lector y, a menudo, episodios de violencia. Es en el final, cuando se  desenmascara al culpable y se explican los pasos seguidos para resolver el caso.
HISTORIA DE LA NUEVA NOVELA
El fundador del género fue el escritor estadounidense Edgar Allan Poe, creador del personaje de C. Auguste Dupin. Los métodos de deducción de Dupin y sus excéntricos hábitos personales sirvieron de modelo para todas las novelas policiacas posteriores. Dupin hizo su aparición en abril de 1841, cuando la Graham’s Magazine publicó el relato de Poe Los crímenes de la calle Morgue, ya un clásico del género. El personaje de Dupin está inspirado en el primer detective de la vida real, François Eugène Vidocq, jefe del Departamento de Investigación Criminal de París.
Durante la década de 1920 surge una nueva variedad de historia policiaca difundida a través de las revistas de la época: el thriller. Esta nueva corriente se propuso derribar las barreras que separaban la ficción detectivesca de otros géneros populares, como la intriga y los relatos de espías. Muchas obras han sido llevadas al cine con gran éxito. Los detectives más famosos de la tradición policiaca estadounidense son tipos duros que trabajan más por dinero que por diversión. Si bien estas historias respetan todas las reglas clásicas del género, el énfasis se pone más en la acción, y la intriga pasa a ocupar una posición secundaria. A partir de 1950 esta tendencia da paso a la novela de procedimiento policial, basada en el modus operandi de los detectives reales para resolver sus crímenes. La diferencia con la tradición anterior estriba en que el lector no encuentra aquí héroes, sino hombres falibles de carne y hueso especialmente entrenados para el desarrollo de su oficio.
A diferencia de Francia y los países anglosajones, el género policiaco no goza de una tradición amplia en los países hispanohablantes hasta bien entrado el siglo XX. Entre los principales impulsores del relato detectivesco cabe citar a los escritores argentinos Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges, profundo conocedor del género y traductor de algunos de los principales títulos extranjeros.. La novela policiaca en España surge a principios del siglo XX, como resultado de las influencias inglesa y francesa, el éxito de las crónicas periodísticas de sucesos y los antecedentes literarios de las novelas de bandoleros.
Con el transcurrir del tiempo se puede observar como este género ha tenido gran importancia en nuestro entorno, en nuestro país es de gran impacto, algunos escritores como xxxxxx son de gran relevancia para el conocimiento de este nuevo género como lo es la novela POLICIAL.
3.¿Qué tópicos están en el juego a la hora de organizar, clasificar el género novelesco?
La novela es una ficción narrativa en prosa, extensa y compleja de sucesos imaginados y parecidos a la realidad.
La palabra novela viene etimológicamente del latín novus, que significa nuevo. En italiano novella es también una novedad o suceso interesante. El novelista crea sucesos nuevos, pero verosímiles y los narra con belleza literaria. La aspiración máxima de la novela es despertar en el lector el gusto y el placer por la lectura. Su prosa por lo tanto debe ser amena e interesante y sus descripciones claras.
CONCEPTO
CARACTERÍSTICAS
Tres son las características básicas de la novela:
Una narrativa extensa: las novelas tienen, generalmente, entre 60.000 y 200.000 palabras, o de 300 a 1.300 páginas.
El relato aparece como una trama más complicada o intensa, con mayor número de personajes que además están más sólidamente trazados, ambientes descritos pormenorizadamente, etcétera.
Es de ficción, lo que la diferencia de otros géneros en prosa como la historia o el ensayo.
En prosa, lo que la separa de los relatos ficticios extensos en forma rimada.
CLASES
Para clasificar este género ha de tenerse en cuenta que existen diversos criterios:
J  Por el tono que mantiene la obra
J  Novela satírica: expresa indignación hacia alguien o algo, con propósito moralizador, lúdico o meramente burlesco
J  Novela humorística:
J  Novela didáctica: tiene como primera finalidad impartir enseñanzas a los lectores.
J  Por la forma
J  Autobiográfica: es la vida de una persona escrita por ella misma
J  Epistolar: escritas en forma de cartas (epístolas) enviadas o recibidas por los personajes de la misma
J  Dialogada: es una modalidad del discurso oral y escrito que se da en la comunicación entre un emisor y un receptor que interactúan
J  Ligera: con ilustraciones de estilo historieta, y cuyo público está orientado a los jóvenes.
J  Según el público al que llegue o el modo de distribución

J  novela trivial: Superventas o "best-seller": aquellas que, debido a la gran aceptación que generan entre el público, pasan a formar parte de las listas de más vendidos.

J  Novela por entregas o novela folletinesca: Recurre a la temática amorosa, pero también al misterio y a lo escabroso.
Atendiendo a su contenido, las novelas pueden ser
& De aventuras: es fascinante y de una larga historia, que enfatiza los viajes, el misterio y el riesgo
& Bizantina: es un género novelesco, de aventuras, que se desarrolló en España principalmente en los siglos XVI y XVII
& Caballeresca: la novela caballeresca remite a un mundo posible, y a veces real, cuando se trata de biografías de caballeros que pertenecen a la historia
& De ciencia ficción: interés popular acerca del futuro que despertó el espectacular avance tanto científico como tecnológico
& Cortesana: Se trata de una narración breve de ambientación urbana, casi siempre de temática amorosa, con ingredientes costumbristas, picarescos, pastoriles
& Costumbrista o de costumbres: describe el ambiente en que se mueven y las formas de vida cotidiana de un grupo social concreto: costumbres, personajes típicos.
& De espías y thrillers: surgió antes de la Primera guerra mundial más o menos al tiempo que los primeros servicios de inteligencia
& Fantástica: basado sobre todo en los elementos de fantasía, dentro del cual se pueden agrupar varios subgéneros diferentes, entre los cuales está la literatura de terror, la Ciencia ficción o el gótico
& Ficción criminal
& Gótica: o de terror
& Histórica: toma por propósito principal ofrecer una visión verosímil de una época histórica preferiblemente lejana, de forma que aparezca una cosmovisión realista e incluso costumbrista de su sistema de valores y creencias
& Morisca: prosa narrativa de carácter idealista. Se caracteriza por presentar protagonistas musulmanes, idealizando las relaciones entre moros y cristianos, ofreciendo ejemplos de convivencia y generosidad entre ellos.
& Negra: Este tipo de relato presenta una atmósfera asfixiante, miedo, violencia, falta de justicia, corrupción del poder e inseguridad
& Pastoril: presenta de forma objetiva hechos legendarios o ficticios desarrollados en un tiempo y espacio determinados
& Picaresca: El protagonista es un pícaro, de muy bajo rango social o estamento y descendiente de padres sin honra o abiertamente marginados o delincuentes
& Policial: Su principal móvil lo constituye la resolución de un enigma, que es generalmente de tipo criminal
& Romántica: La historia debe centrarse en la relación y el amor romántico entre un hombre y una mujer
& Sentimental: Se analizan aspectos emocionales de la relación amorosa; no se fijan en acciones externas; utilizan los códigos literarios del amor cortés
& Social: disminuye en lo posible la descripción de vidas individuales, sustituyéndolas por una colectividad, pues no importa el ser humano en sí, sino como parte de un grupo o clase social.
& De terror: Su principal característica y rasgo distintivo es el cultivo del miedo y sus emociones asociadas como principal objetivo literario.
& Westerns: La palabra "western", originariamente un adjetivo derivado de "west" y cuyo significado es "oeste", se sustantivó para hacer referencia a las obras que estuviesen ambientadas en el antiguo Oeste americano
Por el estilo de la obra
?     Realista: género narrativo aparecido en España en el siglo XIX como superación de la novela histórica y romántica anterior
?     Naturalista: basado en reproducir la realidad con una objetividad perfecta y documental en todos sus aspectos, tanto en los más sublimes como los más vulgares.
?     Existencial: Por sus argumentos
?     Psicológica: es una obra de ficción en prosa que enfatiza la caracterización interior de sus personajes, sus motivos, circunstancias y acción interna que nace y se desarrolla a partir de la acción externa
?     Novela de tesis: Es la que da más importancia a las intenciones del autor, generalmente ideológicas, que a la narración.
Novela testimonio: Género literario híbrido entre la novela tradicional y el discurso testimonio proveniente de los estudios de historiografía
EJEMPLOS
La ciudad y los Perros. Autor: Mario Vargas Llosa
La casa de cartón. Autor: Martín Adán
Un Mundo la Julius. Autor: Alfredo Bryce Echenique
Pudor. Autor: Santiago Roncagliolo
4.¿Cuáles el balance y las perspectivas en torno a un siglo de poesía?


NUCLEO PROBLEMICO N° 5
HISTORA DE LA PEDAGOGIA DE LA LITERATURA EN LA ULTIMA DECADA
1. ¿Qué tipo de relaciones se generan entre las teorías lingüísticas y literarias y la práctica docente?
Los aportes teóricos de  las disciplinas lingüísticas y literarias a  llamando la atención sobre la ausencia de marcos que den cuenta de la lectura y la escritura como prácticas sociales compartidas que, por adentro y por afuera de la escuela atraviesan el conjunto de la enseñanza. De esta forma conviene subrayar la necesidad de enriquecer las consideraciones sobre los objetos lengua y literatura (y sus relaciones) y volver a discutir su construcción como objetos de enseñanza considerando diversos aportes.
Entre ellos, interesan los desarrollos de la sociolingüística como marco de referencia que permitirá poner en discusión aspectos centrales de una pedagogía de la lengua: las nociones de lengua estándar, de diversidad lingüística, de cambio, de norma lingüística, de interacción, de registro, entre otras. Estas nociones ofrecen un marco apropiado para la reflexión del docente acerca de las prácticas lingüísticas a la vez que deben convertirse en conceptos productivos para el desarrollo de prácticas de enseñanza concretas. Otro ejemplo posible es el de las teorías sociológicas de la literatura, de los estudios culturales, de la etnografía como referencias teóricas ricas a la hora de dar cuenta de procesos sociales de lectura entendidos no como meras “competencias”, “habilidades”, o “procedimientos” concebidos desde cierta representación homogeneizante de raíz cognitivista de lo que son las tareas del lector y del escritor.
2. ¿Qué elementos transcendentales hacen presencia en la enseñanza de la literatura en la última década?
Observamos que al igual de lo que sucede en los enfoques para la enseñanza de la lengua materna, la literatura ha vivido un desarrollo en sus abordajes teóricos. De los enfoques prescriptivos, retóricos, contemplativos de antes se ha pasado a las concepciones teóricas del presente.
No se puede decir que una teoría literaria sea más avanzada que otra. Simplemente plantean diversas perspectivas del objeto literario. De acuerdo con muchas situaciones y circunstancias, cada perspectiva teórica se ha fijado más o menos en tal o cual característica de lo literario: El lenguaje, el contenido, el contexto, la interpretación, el destinatario, los efectos, las causas.
De esta manera para los formalistas rusos, iniciadores de la teoría literaria en el presente siglo, lo importante a nivel literario no estaría en el contenido de lo expreso, sino en los medios utilizados para decirlo. Quizá los temas siempre han sido los mismos, lo que cambia es la manera de expresarlo. El arte se convierte entonces en un recurso para que el mundo se exprese.
En una concepción marxista de la literatura lo importante sí va a ser el contenido y lo que éste pueda ofrecerle al que lo aborda. Para el marxismo el arte debe convertirse en un medio de desalienación, en una herramienta para la conciencia, en una alternativa para el distanciamiento del mundo, que nos permita transformarlo.
Con el auge de la lingüística de Ferdinand De Saussure, las concepciones estructurales se pusieron también en vigencia y abordaron lo literario, llegando hasta el límite, hasta el agotamiento de la interpretación. Todo parecía tener sentido en este modelo de análisis de lo literario. Nada se quedó sin explicación.
Intentando salir de la esfera decodificante del estructuralismo, surgieron en las últimas décadas las llamadas corrientes posestructuralistas. Para estos el significante puede ser leído de múltiples maneras; el significado no es único. Los sentidos del significante pueden ser rastreados efectivos, estéticos, revolucionariamente. La lectura del significante se vuelve entonces en esta perspectiva, de carácter plural, problemática, subversiva. La intención no es comprender el código sino hacerlo estallar.
En los últimos tiempos ha surgido también una concepción de la literatura que reivindica el papel del lector, la llamada semiótica de la recepción. Más importante que el texto, que el código, que el autor, es el lector. Cómo debe ser un lector modelo, será la preocupación principal de esta perspectiva teórica.
Pero la literatura tiene también otras posibilidades de abordaje distintas a las teóricas y formales. Una de ellas ha sido siempre la perspectiva histórica, descriptiva, evolutiva, que expone los movimientos literarios, los estilos, las escuelas. Igualmente existe la perspectiva de los géneros: Narrativa, dramática, lírica, ensayo. También la de los géneros menores y la denominada subliteratura.
También cabe mencionar de manera destacada el campo de análisis propuesto sobre la literatura desde la perspectiva constructiva y cognitiva. Para este enfoque, no se trata solamente de destacar, como siempre se ha hecho, el carácter formativo de lo literario, sino de estudiar rigorosamente el aporte imprescindible que lo literario puede ofrecer en la construcción de las estructuras mentales, afectivas, estéticas, procedimentales de un sujeto. Vale citar acá la defensa que del pensamiento poético hace Jerome Bruner, cuando lo compara con la otra posibilidad de pensamiento del ser humano, el pensamiento analítico, propio de las ciencias experimentales, encontrando Bruner que es el pensamiento poético el que posee la mayor exigencia de abstracción, recursividad, problematización.

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