PREGUNTAS GENERADORAS
ACOSTA CHAPARRO NATALIA ASTRID
GUZMAN MONTILLA DEBBIE DEL PILAR
IBARRA PEÑA JENNIFER TATIANA
LIEVANO ZAMORA DEISSY JOHANA
MORALES BETANCOURT YURY MARCELA
MORENO ROMERO YUDY ANDREA
HISTORIA DE LA PEDAGOGIA DE LA LITERATURA
JULIETA COVALEDA CASTAÑO
TUTORA
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA, CREAD ICONONZO
III SEMESTRE DE HOMOLOGACION
LICENCIATURA EN BASICA CON ENFASIS
EN LENGUA CASTELLANA
ICONONOZO TOLIMA
2012
INTRODUCCIÓN
Identificar
por medio de actividades lúdicas y pedagógicas los diferentes orígenes de la
novela y la poesía, en el siguiente trabajo podremos encontrar las diferentes
etapas por las cuales han pasado la novela y la poesía en el transcurrir del
tiempo, por medio de diferentes textos podremos encontrar las características
de la literatura en la poesía y la novela
como arte textual, cultura, área educativa y como enfoque de nuestro
desarrollo cognitivo y social.
OBJETIVOS
{
Identificar los géneros que
identifican a la poesía y la novela con el transcurrir del tiempo.
{
Formar en los estudiantes de
la carrera LICENCIATURA EN EDUCACION BÁSICA CON ENFASIS EN LENGUA CASTELLANA un
concepto más amplio de la lectura de textos literarios como la novela y la
poesía.
{
Conocer la importancia de un
buen manejo de la pedagogía, a la hora de impartir conocimientos sobre la
novela y la poesía nuestro entorno educativo y social.
NUCLEO PROBLEMICO N°1
LA NATURALEZA DE LA LITERATURA Y SU PEDAGOGIA
1. ¿Cómo se debe concebir la
literatura?
Concebir
la literatura como modelo de la lengua no hace más que explicitar una
concepción acerca de qué se puede estudiar y qué se puede enseñar de la misma.
Por ello, la literatura funciona muchas veces en la escuela como un lenguaje
cristalizado y no puede ingresar la literatura “inminente”, como la califica
despectivamente Oyuela, una literatura en la que el uso oral de la lengua
ingresa como parte de las transformaciones sociales, culturales y políticas y a
la que la escuela impide el acceso en la medida en que es ella la que inicia a
la lectura en forma masiva ( por medio de la implementación de la ley 1420 y su
sistema de enseñanza obligatoria). En tanto, las expresiones artísticas de
masas, como por ejemplo la música popular, a través del tango, la radio y el
cine, también son permeables a estos cambios y aquí sí los ciudadanos acceden a
ellas con mayor facilidad. De esta manera, la literatura queda en inferioridad
de condiciones frente a los nuevos medios de comunicación que no necesitan ni
de la escuela ni de un adiestramiento especializado para ser consumidos.
Por el
contrario, los años 70 son pródigos en actualizar e innovar los contenidos
curriculares en el área de lengua y de literatura. Frente a una gramática
normativista y una literatura preceptiva, se sigue una gramática descriptiva,
influida por la corriente estructuralista: “la gramática moderna, alejada de la
perspectiva preceptiva, se interesa básicamente por las reglas centrales del
sistema, que son las que los hablantes adquieren sin aprendizaje”1. Esto libera
relativamente a la literatura de su función preceptiva y permite el ingreso de
nuevos materiales literarios, en la medida en que ya no es el modelo acabado de
la norma. No obstante, las obras literarias siguen cumpliendo un rol ejemplar
para la enseñanza de la lengua. Eso sí, fragmentada en oraciones para proceder,
en la mayoría de los casos, al análisis sintáctico.
En cuanto
a la inserción de nuevos contenidos relacionados con un enfoque comunicativo de
la lengua debemos referirnos al artículo de Román Jakobson “Lingüística y
poética”, escrito en 1958 y puesto en circulación en nuestro país por Ana María
Barrenechea a principios de los 70, como el puntapié inicial que incentiva el
ingreso de nuevos materiales en la escuela, escritos y orales, de diverso
origen, como el periodístico o el científico. Este hecho trae como consecuencia
un lento desplazamiento de la literatura como objeto de reflexión y análisis en
“Lengua”, que culminará con la reforma de los años 90. Previamente, la última
dictadura militar se dedicará, por un lado, a hacer cada vez más rígida la
enseñanza de la literatura, realizando una lectura absolutamente vacía del
estructuralismo que permitía el control por parte de la institución educativa
de aquello que se interpretaba sobre los materiales artístico-literarios. Esto,
a su vez, era acompañado por actos de censura que impedían el acceso a la
escuela de autores como Julio Cortázar o Pablo Neruda.
Volviendo
a los 90, la citada reforma explicitó la cantidad de saberes y disciplinas que
debe enseñar el profesor o la profesora de Lengua y Literatura: Medios de
comunicación, pragmática, gramática textual, análisis del discurso, literatura,
son algunas de las disciplinas que aparecen en los Contenidos Básicos Comunes
(CBC) elaborados por el Ministerio de Educación. Así, si la asociación entre
lengua y literatura a lo largo de más de un siglo ha sido una relación a veces
armoniosa y muchas otras de tensión o sometimiento, hoy sigue siendo por
momentos incómoda y hasta, a veces, sin sentido.
2. Al definir la literatura como arte poético ¿Qué elementos
típicos se integran?
La
llamada Escuela de Yale se ha considerado, con el paso del tiempo, un ejemplo
representativo de la deconstrucción literaria que se difundió ampliamente en
las universidades norteamericanas en la década de los ochenta, pese a lo
incierto de sus comienzos y la falta de clarificación de sí misma. En este
contexto estadounidense destaca el belga Paul de Man junto a otros autores como
Harold Bloom, Geoffrey Hartman y J. Hillis Miller.
En 1979
se publica Deconstruction and criticism, especie de manifiesto en el que se
ponen en evidencia ciertos problemas compartidos que Geoffrey Hartman, en el
prólogo, concreta en dos:
-la
propia situación de la crítica
-la
fuerza de la literatura.
Como señala David Viñas, estos críticos, que
son mayoritariamente especialistas en el Romanticismo, más que aplicar la
deconstrucción a la literatura la aplican a la propia crítica literaria.
Los
críticos de Yale valoran la prioridad del lenguaje sobre el significado,
expresar la fuerza del significante ante el significado que trata de encerrar.
Consideran que la fuerza de la literatura
no es identificable con el concepto de “sentido incorporado” y aceptan
la influencia del logocentrismo en la valoración que se ha hecho,
históricamente, sobre el arte. Lo que Geoffrey Hartman denomina “presencia de
la palabra” tiene la capacidad de proporcionar el sentido pero, a su vez, puede
también implicar la ausencia del mismo, porque “El lenguaje literario antecede
al lenguaje mismo como algo que no es reducible a un significado: revela a la
vez que borra la disparidad entre el símbolo y la idea, entre la grafía y el
significado asignado.”
Los
participantes en la redacción de Deconstruction and criticism se pueden
considerar miembros de la Escuela de Yale, pero ello no implica que mantengan
una postura unívoca en los distintos aspectos. De hecho, el propio Hartman, en
el prefacio del libro, establece esta puntualización:
Derrida,
De Man y Miller parecen ciertamente boas deconstructoras, son despiadados y
consecuentes, aunque cada quien se goza en su propio estilo de exponer una y
otra vez el “abismo” que existe en las palabras. Pero Bloom y Hartman apenas
son deconstructivos. Incluso en ocasiones se muestran opositores. Aunque
entienden lo que Nietzsche dice con “el patetismo más profundo no deja de ser
un juego estético”, les interesa profundamente ese patetismo: su persistencia,
sus orígenes psicológicos. Para ellos, lo ético en la literatura no se puede
disociar de lo patético en ella, mientras que para la crítica deconstructiva la
literatura es precisamente ese empleo del idioma que puede depurar el
patetismo, que puede demostrar que es demasiado figurado, irónico o estético”.
3.¿Cuál es la importancia de enseñar a pensar y a interactuar a
los estudiantes?
Enseñar a
pensar y a interactuar adquiere una gran importancia en el estudiante durante
su currículo educativo, poneniendo en
duda del interés del profesor por la calidad del pensamiento en los
estudiantes. No obstante, esta intención no llega a resultados significativos
debido a las presiones en las que caen los profesores por cubrir, contenidos y
datos actuales a los que los enfrenta la enseñanza.
El
enseñar a pensar no debe verse como una materia que se agrega al currículo o
una serie de habilidades, que son enseñadas en el sentido tradicional. Por el
contrario, el enseñar a pensar, implica una transformación radical del proceso
de enseñanza en el que se integran los procesos de pensamiento.
Enseñar a
pensar, requiere de lecciones deliberadamente diseñadas para crear un ambiente
o atmósfera pensante en el aula, estructurada de modo tal, que en ellas se
facilite el desarrollo de habilidades y actitudes concretas de pensamiento.
Para
finalizar conviene señalar que estas técnicas no son de ninguna manera, recetas
de cocina, para que sean seguidas ciegamente. Enseñar a pensar tendrá éxito, si
refleja opciones sabias basadas en metas bien asimiladas, escogidas libremente
por los profesionales que las instrumentan.
4.¿Qué relación se establece entre la literatura y la educación en
le marco de la sociedad, la historia y la cultura?
La procedencia y condición social de los
autores, como ciudadanos y el de igual manera por sus ideas políticas y
sociales como un proceso de integración social donde se puede establecer como
una disciplina así como por sus ideas políticas y sociales como ciudadanos y su
grado de integración en el proceso social; se interesa también por el grado de
dependencia de los escritores respecto de la clase dominadora o las fuentes
económicas que le permitían subsistir, y la necesidad de trazar una historia
del autor en la sociedad.
Ya que de
esta manera pueden que realicen conjeturas acerca del estilo del escritor y su
perfil de gusto, son diversas las relaciones que se pueden establecer entre
literatura y sociedad, aunque básicamente se reducen a dos: el análisis puede
pretender ilustrar la sociedad utilizando el texto literario como un documento
de época o establecer conclusiones acerca de la obra basadas, en último
término, en las relaciones que se presumen entre las estructuras literarias y
las sociales. Normalmente, esta segunda línea se adscribe filosóficamente al
ámbito del marxismo.
La
sociología de la literatura, en concreto, establece conclusiones que parten de
la consideración de la literatura como realidad, fenómeno o institución social,
en tanto que relaciona las obras literarias y sus creadores, la sociedad y el
momento histórico en que nacen, y la orientación política que las inspira. La
literatura y la sociedad son dos términos que van de la mano, el autor de una
obra ilustra la sociedad utilizando el texto literario como un documento de
época, en la influencia de razones económicas; el juicio estético debe
relacionarse con el mundo social e histórico, que le proporciona la matriz de
las significaciones.
La
literatura no sólo se refería a los escritos de carácter creativo e imaginativo
sino que abarcaba el conjunto de escritos producidos por las clases instruidas:
cabía desde la filosofía, pasando por los ensayos, las cartas y la poesía si se
considera la literatura de acuerdo con su extensión y su contenido, la
literatura podría ser universal, escribir sobre algo que no es literariamente
real.
Teniendo
en cuenta lo anterior la literatura y el uso publico de la razón establecen relaciones
de libertad, de expresión oral, escrita y de manifestación ideológicas y de
acontecimientos sociales, los escritores de nuestro tiempos llevan en su sangre
la explosión de sus ideales la injusticia social y el surgimiento de su pueblo;
El fenómeno literario ha estado en constante evolución y transformación durante
todo el tiempo en el que se encuentra presente. No se le puede nombrar parte de
la literatura a un texto en distintas épocas de la historia porque cambia el
concepto de “arte literario.
5.Desde la visión cognitiva ¿qué competencias desarrolla la
pedagogía de la literatura?
Por su
parte, la pedagogía de la literatura obedece a la necesidad de consolidar una
tradición en las y los estudiantes a través de la generación de procesos
sistemáticos que aporten al desarrollo del gusto por la lectura, es decir, al placer de leer poemas, novelas, cuentos y otros productos de
la creación literaria que llenen de significado la experiencia vital de
los estudiante y que, por otra parte,
les permitan enriquecer su dimensión humana, su visión de mundo y su concepción
social a través de la expresión propia,
potenciada por la estética del lenguaje.
Pero al
mismo tiempo que se busca el desarrollo del gusto por la lectura, se apunta a
que se llegue a leer entre líneas, a ver mas allá de lo evidente, para poder
reinterpretar el mundo y, de paso, construir sentidos transformadores de todas las realidades abordadas. Se busca
entonces desarrollar en el estudiante, como lector activo y comprometido, a la
formación en literatura, donde se busca
también convertir el goce literario en
objeto de comunicación pedagógica para incidir en el desarrollo de competencias relacionadas con lo estético,
lo emocional, lo cultural, lo ideológico, lo cognitivo y lo pragmático. En tal
sentido, se requiere abordar la obra literaria en la escuela, de tal suerte que
se generen lectoras y lectores críticos de su propia cultura, creativos y
sensibles ante el lenguaje poético, con un amplio conocimiento cultural y con
la disposición necesaria para disfrutar la ficción literaria y la libertad
expresa de poder leer cuando y como se desee.
De allí
se propenda por una pedagogía de la lectura centrada básicamente en la
apropiación lúdica, critica y creativa de la obra literaria por parte del
estudiante; es decir, se espera que conozca el texto, lo lea, lo disfrute, haga
inferencias, predicciones, relaciones y, finalmente, interpretaciones.
Pero
también se espera que ese contacto con la literatura con la literatura le
permita explorar, enriquecer y expresar
la dimensión estética de su propio lenguaje. Para ello, se parte del criterio
de leer todo tipo de textos, de cualquier época, región, autor, género y
temática, pues lo más importante en este campo
es lo que, desde el papel del
docente, se pueda hacer con la obra literaria, y no tanto “que tipo de texto
leer”, es decir, se pretende que se lea la
obra con una perspectiva de análisis que favorezca el desarrollo de
procesos psicológicos superiores como los implicados en el pensamiento, la
creatividad y la imaginación.
6. ¿Qué se debe considerar en el análisis de una obra literaria?
Analizar
una obra literaria consiste en estudiar el fondo y la formar del discurso
literario. El análisis del mismo conlleva a escudriñar, qué dice la obra y
profundizar en el contenido, en otras palabras; es abordar el fondo y la forma
de esa organización de enunciados que conducen al significado y al
significante. Los rasgos expresivos que caracterizan la obra literaria, son el
motivo principal de su existencia y, está a su vez, contribuye a comprender la
unidad.
Para
realizar un correcto análisis literario, se deben seguir unas pautas,
generalmente las mismas, y analizaremos el texto con el máximo detalle posible,
dándonos cuenta de todas las partes en conjunto y por separado. La complejidad
de dicho análisis literario dependerá mucho de cuánto queramos profundizar y
hasta dónde estemos dispuestos a llegar en dicho análisis.
Resulta
importante conocer aspectos geográficos e históricos de la obra literaria, ya
que esta influencia se ve reflejada en otras mismas obras de la misma época o
cultura.
Un
análisis literario puede dividirse en 6 pasos que a continuación enumeramos y
listamos para que se localicen de manera fácil y sencilla. Los seis pasos para
el análisis literario son los siguientes:
PASOS
PARA EL ANÁLISIS LITERARIO
1 -
Determinación del tema
2 –
Determinación de la estructura
3 –
Determinación de la forma
4 –
Caracterización de los personajes
5 –
Biografía del autor
6 –
Conclusiones
Lo más
importante antes de realizar cualquier tipo de análisis literario es sin duda
la correcta lectura de la obra o del libro. Puede tratarse de un cuento o una
narración infantil, así como de una novela o de un ensayo. En función del tipo
de obra literaria que se trate, la deberemos leer según las pautas marcadas,
siendo la novela la más larga pero a la vez la más sencilla de analizar, y por
el contrario, encontramos el ensayo o la prosa como el análisis más dificultoso
de todos.
Una vez
establecida la época en que la obra fue realizada y para que tipo de personas
estaba dirigida, nos centraremos en conocer la influencia que puede causar a
esas personas a las que va dirigida. Trataremos de conocer el mensaje de fondo
o la moralina que el autor quiere dejar plasmada, así como el tipo de lenguaje
literario que usa, las expresiones más utilizadas, las metáforas o las figuras
literarias que utiliza, etc.
El
argumento de la obra se puede considerar como un resumen que deja claras las
principales ideas del autor y relata en pequeños rasgos la forma y la esencia
de la obra. Se deben enumerar los principales personajes de la obra y resaltar
las características que los diferencias a unos de los otros, siempre desde el
punto de vista del autor y desde el punto de vista del lector, ya que en
ocasiones estas mismas características difieren mucho de la idea de un
personaje bueno o de uno malo tanto para el autor como para el lector de la
obra literaria.
Al final,
el propósito de un análisis literario no es otro que la de dejar plasmado todas
las características de una obra analizadas desde todos los puntos de vista
posibles y no simplemente ciñéndonos a las ideas contemporáneas o geográficas
del momento. De este modo cualquier persona puede llegar a entender la obra
aunque su cultura sea diferente a del autor o viva en una época muy futura a la
que tuvo lugar mientras el autor la escribía.
Por
último, podemos añadir a nuestro análisis crítico nuestra propia opinión.
Podemos dejarnos llevar y criticar a nuestro gusto. Plasmar nuestras propias
ideas dejando clara nuestra postura respecto a la obra. Si nos gusta o la
despreciamos, nuestra opinión sobre el final de la obra, si cambiaríamos o no
cambiaríamos nada.
7.¿Cuál ha sido el alcance del taller pedagógico como estrategia?
El taller
pedagógico crea un espacio en la escuela donde el profesor pueda debatir,
reflexionar, proponer y recibir informaciones y conocimientos de diferentes
prácticas didácticas metodológicas realizadas en el medio de su actuación, crea
un conjunto de material didáctico teórico y experimental donde se incluya
instrumental pedagógico, modelos y juguetes, planos de construcción y
aplicación, artículos, libros, revistas… todo lo que, de alguna manera pueda
prestar ayuda al trabajo del profesorado.
Asesora
al profesorado en su acción educativa mediante la multiplicación y divulgación
de cursos, experiencias de otros profesores, préstamo de material para
investigación, proporciona reflexiones sobre respuestas didácticas concretas,
junto con la utilización de materiales simples en el desarrollo de actividades
experimentales y lúdicas en la enseñanza de las diversas áreas de conocimiento;
desarrolla proyectos de trabajo fundamentados en los contenidos desarrollados
dentro de cada serie y dentro de las perspectivas propuestas por los propios
profesores para ser incluidos en la colección del taller.
Por otro
lado los talleres adaptan la Escuela al niño para que éste pueda desarrollar al
máximo todas sus capacidades, consegue una Escuela inmersa en la realidad,
donde se aprenda a partir de las vivencias del niño y donde se le enseñe a
tener una actitud crítica ante lo que le rodea, valora a todos y cada uno de
los niños tal y como son, ayudándoles a reconocer sus capacidades y las de los
demás, potenciando de esta forma la autoconfianza y la autoestima.
Establece
entre el profesorado una dinámica de trabajo donde se potencie la búsqueda de
nuevas formas de hacer, para mejorar la praxis educativa, conseguir una Escuela
abierta y participativa con el entorno.
Tendremos
que preparar un niño que busque soluciones ante distintas problemáticas. Un
niño que tenga capacidad de expresión e iniciativa, pues esto le hará tener
seguridad en sí mismo, y será capaz de tomar decisiones.
Para que
esto sea viable, cada Taller estará preparado con materiales, actividades,
objetivos…; que abarquen el proceso de enseñanza-aprendizaje de los niños que
vayan a asistir a él.
Los
grupos, que se corresponden con el grupo-clase, irán pasando por los
determinados Talleres en distintas sesiones de trabajo a lo largo de la semana.
Así el niño tendrá acceso no sólo a su clase y su profesor, sino a varios
espacios y profesores del Centro.
La
Metodología de trabajo que utilizará con el niño estará basada en el concepto
de enseñanza-aprendizaje del que ya hemos hablado: partir de sus experiencias y
llegar a la utilización de todos los conceptos aprendidos.
El niño
será responsable de su trabajo en todo momento, llevando unas pautas de
autocontrol de su tarea.
Un punto
importante de esta Metodología de Talleres, será el tener en cuenta la
Globalización y la Interdisciplinariedad de las áreas. Cuidaremos que todos los
aprendizajes, con independencia del área al que correspondan, se aprendan con
la misma Metodología y además estén relacionados unos con otros.
La
creación de un taller pedagógico sale al paso de las necesidades de aquellos
educadores que intentan innovar en su acción con los alumnos.
El taller
tendrá como meta llegar a dominar todas las modalidades de enseñanza y las
áreas de conocimiento que se realizan en las distintas unidades de trabajo.
Mediante proyectos valorados por los profesores y presentados a los
coordinadores del taller, los educadores tendrán acceso al espacio físico y/o
al material necesario para desarrollar con los niños el trabajo que se
pretende.
El
taller, entre otras actividades, estará abierto a encuentros, debates,
impartición de cursos y grupos de reflexión que tengan propuestas afines y
pretendan ponerlas en común.
En los
talleres pedagógicos existirá siempre una gran preocupación por la
interdisciplinariedad para impartir cursos y proporcionar oportunidades de
encuentro a los profesionales de la educación que persiguen los mismos
objetivos, esto es, que pretenden utilizar materiales específicos y reflexionar
sobre el acuerdo entre teoría y práctica para mejorar el nivel de aprendizaje.
El taller
pedagógico puede organizar proyectos como: periódico escolar, biblioteca, museo
de ciencias, huerta, jardín, juegos educativos, excursiones, etc.
Puede
además promover cursos y encuentros entre profesores para el mejor
aprovechamiento de los alumnos.
8.
¿Qué ha caracterizado la
periodización literaria?
La
historia de la literatura se forma a través de un conjunto de escuelas y
movimientos artísticos que se ubican en un momento determinado de la historia
de la humanidad. Es así que, adoptan las características de cada periodo y las
redefinen mediante el lenguaje literario. Este material pretende esbozar, por
un lado, un pequeño glosario de los términos que se emplean en el estudio de la
historia literaria; y por otro lado, dar cuenta grosso modo de los movimientos
que la componen.
Sistema
de organización cronológica que se usa en la historia de la literatura para
situar dentro del tiempo a los autores y sus obras. No hay acuerdo único en la
ampliación de denominaciones. En ocasiones se estudia la literatura por siglos
y se señalan dentro de ellos épocas o periodos diversos. Es necesario tener en
cuenta conceptos como escuela, corriente, movimiento, periodo. Considerar la
periodización es indispensable para el aprendizaje de la literatura, pues, por
su utilidad para ubicar escritores y obras permite la interrelación con las
manifestaciones literarias surgidas dentro del país o en otros por el mismo
tiempo y con las culturales, artísticas, científicas las que tan estrechamente
está ligada y sin el influjo de las cuales no podría entenderse, en la mayor
parte de las ocasiones, su propia evolución.
La
periodización es más concisa y fácil de entender y se divide solo en tres
etapas, estas son:
Implantación: En esta fase
lo más importante serian los géneros literarios, en especial la prosa, porque
las manifestaciones son crónicas y diarios de viajes.
Superación: En esta fase lo
más importante son los movimientos literarios, entre ellos, el Romanticismo, el
Realismo y el Naturalismo.
Independencia Literaria: Lo
más importante son las corrientes literarias, dos en especial: Vanguardismo y
Regionalismo.
Esta
división se comprende por diez períodos:
J
Período del descubrimiento y
la conquista.
J
Período colonial.
J
Período de la emancipación.
J
Período romántico.
J
Período romántico
(continuación). Los proscriptos en la literatura argentina. Epoca de la
organización nacional.
J
Período Postromántico.
J
La poesía gauchesca en el
Río de La Plata.
J
Período modernista.
J
La literatura americana
contemporánea.
J
La literatura argentina
contemporánea.
9. ¿Qué aportes se han hecho al concepto de periodo en la
literatura?
Es
importante analizar donde nace el concepto de periodos literarios, donde, se
interfiere que la periodización es un
problema inevitable. Por supuesto, no es exclusivo de la literatura, sino
propio de todas las disciplinas históricas: cómo ordenar el material de que se
trate (libros, sucesos, personas) en períodos que sean congruentes
cronológicamente y que posean un cierto sentido.
Por otra
parte, la multiplicidad de relaciones de la literatura exigirá prestar
atención, a la hora de establecer períodos, a una multitud de factores
históricos: sociales, políticos, económicos...
Partimos,
así pues, de que los períodos poseen un valor instrumental, no absoluto. Por
eso, sin desmesurar su importancia, conviene elegir bien nuestras herramientas
para que sean lo más finas y adecuadas para el trabajo que vamos a realizar.
En este
terreno como en otros caben dos extremos opuestos: la tesis que podemos llamar
metafísica (el período es un ser real) y la nominalista (es una simple etiqueta
lingüística intercambiable). A la primera tendencia pertenecen algunos críticos
de la llamada «ciencia de la literatura» alemana, como Cysarz, que distingue
los problemas concretos, de rango inferior, y la periodología, «concebida como
línea y no como herramienta, como forma esencial y no como norma de ordenación,
que revela la estructura total de una ciencia, y, a través de ésta, un sector y
hasta tal vez un hemisferio de todo el globo intelectual». Así, no se trata
sólo de medir u ordenar con más o menos exactitud, sino de ejercitar «la
función fundamental de una interpretación de la obra literaria y una reflexión
sobre la vida». Y todo culmina nada menos que con la pretensión de lograr «la
definitiva superación de la antítesis superficial entre el individualismo y el
colectivismo». Además la división de
estas propuestas para entender más fácil cada periodo y complementar su
aplicación en la enseñanza aprendizaje.
10.
¿Por qué es necesario elegir
criterios literarios para fundamentar y definir los periodos literarios?
Para que
la lectura crítica, dentro de la cual se incluye el análisis, no quede
incompleta es necesario pasar a la fase de la interpretación, la cual pretende
descubrir o atribuir sentidos implícitos en un texto literario. Por tanto es
esencialmente hermenéutica, y como tal, procura pasar de la mera comprobación
de los elementos constitutivos del texto literario, para revelar el sentido que
éstos sustentan. En la perspectiva de cumplir su objetivo, la interpretación se
basa en la noción de que la obra literaria funciona como un signo estético
dotado de significados globales, cuya relación con los elementos significantes
no se rige sólo por el estatuto de convencionalidad propio del signo
lingüístico, sino que ella se dirige, fundamentalmente, al descubrimiento de
sentidos subyacentes, velados o implícitos.
Como corolario, a lo hasta aquí
expresado, es necesario patentizar que el análisis y la interpretación
constituyen dos fases inseparables y complementarias de la lectura crítica,
motivo por el cual se llama análisis literario a la actividad intelectual que
engloba y conjuga ambos procesos específicos, puesto que el análisis, para ser
completo, convoca a la interpretación y ésta, para estar fundamentada, requiere
del análisis previo.
Con base
en estas ligeras conceptualizaciones teóricas en torno al análisis literario,
en las páginas subsiguientes se presenta la programación analítica del
Seminario Taller: Métodos de análisis literario. También se presentan los
documentos que aspiran fundamentar una teoría mínima sobre el análisis
literario y sus principales métodos, así como algunos ejemplos de aplicación
práctica a la lectura y valoración de obras literarias específicas,
fundamentalmente en el ámbito del género narrativo.
Porque
algunos tienen ciertas características y mezclar por su parecido lo que se
evidencia al analizar cada criterio de
los periodos literarios, es la complejidad y alcance de estos ubicándolos en sus momentos permitentes
11.
¿Qué contraste analítico y
reflexivo y critico se pueden establecer a cada uno de los periodos literarios
que han sido objeto de estudio desde una perspectiva histórico-pedagógica?
El
contraste analitico, reflexivo y crítico se establece en las distintas teorías
como:
Teoría
según su origen es “mirar, contemplar” por tanto atendiendo a su naturaleza y
función la teoría es ideológica, doctrinal, organizativa y prescriptiva. Sobre
todo hay que destacar la función prescriptiva en cuanto nos dicta normas sobre
cómo se debe construir o cómo está construida o creada la obra literaria. De
ahí que se establezca una distinción entre teoría literaria a priori y teoría literaria
a posteriori.
Teoría
literaria a priori: aquella que realiza por lo general los propios creadores
ofreciendo normas sobre la creación literaria (la filosofía de la composición,
cómo se construye un soneto...).
Frente a
la teoría literaria a priori hay otra a posteriori: cuando el teórico se ocupa
tanto de la teoría literaria a priori como de cómo está construida la obra
literaria (por ejemplo: si se hace un estudio de la comedia sería una teoría
literaria de la comedia).
En cuanto
a la ciencia literaria su origen significa la capacidad de “juzgar, distinguir,
decidir, separar e interpretar”.
Así hemos
dicho que la teoría literaria en términos generales (que es prescriptivo) es
anterior a la obra literaria, la ciencia literaria siempre es posterior a la
obra de tal manera que en el hipotético caso de que no existiera la obra
literaria, puede existir una teoría de la literatura pero nunca podrá haber una
ciencia literaria porque la función esencial de la ciencia literaria es la de
analizar, interpretar a la obra literaria.
NUCLEO PROBLEMICO N° 2 Y 3
ESTUDIOS DE HISTORIA Y CRITICA LITERARIA
1. ¿Qué corrientes han estado relacionadas con los estudios
literarios?
El siglo
XIX vio desarrollarse la otra gran disciplina que se ocupa de los estudios
literarios, que es la Historia de la Literatura. Ésta es una rama de los
estudios generales de Historia o, más en particular, de los estudios de
Historia de la Cultura; también existen los Estudios de Estética, que en su
aplicación a los estudios literarios han llevado al desarrollo del Nuevo
Comparatismo y de la Estética Comparada (que compara los textos literarios con
las artes plásticas), o bien la tradicional Kuntsgeschichtliche Grundbegriffe,
expuesta por O. Walzel de forma teórica, que enfoca la Literatura bajo el
prisma de la Historia del Arte.
La
Historia de la Literatura tiene un enfoque universal o nacional, aunque este
último sea, con mucho, el más común. Las historias de la literatura nacionales
se constituyeron como materia autónoma en pleno siglo XVIII y se revitalizaron
gracias al Romanticismo; éstas se ocupan de los textos literarios escritos en
una misma lengua (española, francesa, inglesa), con un respeto que a menudo
resulta tan ilógico como enojoso de las divisiones políticas o administrativas.
Por esa razón, hay una historia de la literatura inglesa y otra norteamericana;
una historia de la literatura española y otra general para Hispanoamérica o
particular para cada una de las naciones de aquel continente.
El
sinsentido se pone claramente de manifiesto al comprobar que el estudio de la
denominada Literatura Colonial (siglos XVI a XIX) se ha desvinculado por
completo de la literatura española, aun cuando España y el Nuevo Continente
eran una misma entidad administrativa y cultural; del mismo modo, la política
se aplica con carácter retrospectivo y se segrega a Sor Juana Inés de la Cruz
del conjunto de la literatura española áurea o bien México y España se disputen
a un escritor teatral como Juan Ruiz de Alarcón, por haber nacido en el Nuevo
Continente y haber desarrollado su obra en la Península. Como se ha indicado,
tales disputas carecen de todo fundamento, como también parece excesivo dejar
fuera de la cultura española a ese héroe independentista de Filipinas que fue
Felipe Rizal.
Otro
exceso de la misma índole pasa por historiar toda la literatura escrita en el
suelo patrio y atender más a la geografía que a la cultura. Por ejemplo, carece
de todo sentido, como vemos en la Historia de la Literatura Española de los
hermanos Mohedano en el siglo XVIII, estudiar a Séneca, Quintiliano o Marcial
dentro de la literatura española sólo porque nacieron en España. Ellos son, por
el contrario, grandes representantes de la cultura y la literatura romanas,
pues su lengua era el latín y, desde el punto de vista administrativo y
cultural, Hispania no era sino una parte de Roma. Sin necesidad de comulgar con
las ideas de Américo Castro, no parece lógico subordinar bajo literatura
española manifestaciones que nos remiten a la Antigüedad, como tampoco parece
lógica la consideración de otras lenguas diferentes del castellano y dialectos
afines.
No
obstante, los estudios de la literatura española habrán de tomar en
consideración la literatura clásica o las literaturas semíticas en numerosos
momentos; es más, nunca se deberá segregar aquella parte de la producción de un
autor que escrito en otra lengua. De hecho, y por poner tres ejemplos próximos,
Alfonso de Palencia, Alfonso de Cartagena o Antonio de Nebrija. Sólo se
comprenden cuando estudiamos sus textos vernáculos en compañía con los que
compusieron en latín; del mismo modo, es necesario tomar en consideración la
obra completa de un autor, aunque se haya servido de dos o más lenguas
vernáculas, que es el caso de Alfonso X o Gil Vicente, o del romance y una
lengua semítica, como vemos en Sem Tob de Carrión.
2. ¿Qué aportes transcendentales han marcado la historia de la
pedagogía de la literatura desde el siglo XVIII hasta la mitad del siglo XXI?
La
pedagogía como movimiento histórico, nace en la segunda mitad del siglo XIX.
Reconoce serios antecedentes hasta el siglo XVIII, pero se afirma y cobra
fuerza en el siglo XX, particularmente después de la primera Guerra Mundial
(1.914 – 1.918). Sin embargo, la pedagogía general, combinada con la historia,
tiene entre sus misiones la de intentar un esquema que haga las veces de
brújula para orientar a los educadores en el laberinto de los sistemas y
técnicas pedagógicas que surcan nuestra época.
El
pensamiento pedagógico puede decirse que comenzó su desarrollo desde los
propios albores de la humanidad. El sí mismo no es más que una consecuencia de
su devenir histórico, en correspondencia con la necesidad del ser humano de
trasmitir con eficiencia y eficacia a sus congéneres las experiencias adquiridas
y la información obtenida en su enfrentamiento cotidiano con su medio natural y
social.
Las ideas
pedagógicas abogan en ese momento crucial de la historia del ser humano como
ente social por la separación en lo que respecta a la formación intelectual y
el desarrollo de las habilidades y las capacidades que habrían de lograrse en
aquellos hombres en que sus tareas principales no fueran las de pensar, sino
las requeridas para el esfuerzo físico productivo, tales ideas pedagógicas
debían insistir lo suficiente para lograra en la práctica que la mayoría o la
totalidad de la "gran masa laboriosa" aceptara esa condición de
desigualdad. Con estas concepciones es que surgen las denominadas escuelas para
la enseñanza de los conocimientos que se poseían hasta ese momento para el uso
exclusivo de las clases sociales selectas, asignándoseles a las clases
explotadas, como única salida de sobre vivencia, el papel protagónico de la
realización del trabajo físico.
Tales
concepciones e ideas pedagógicas, conjuntamente con las cualidades que deben
poseer tanto el alumno como el maestro, aparecen en manuscritos muy antiguos de
China, la India y Egipto.
El
desarrollo del pensamiento pedagógico tiene lugar en Grecia y Roma con figuras
tan sobresalientes como Demócrito, Quintiliano, Sócrates, Aristóteles y Platón.
Este último aparece en la historia como el pensador que llego a poseer una
verdadera filosofía de la educación. El pensamiento pedagógico emerge con un
contenido y una estructura que le permite alcanzar un cuerpo teórico verdadero.
En el renacimiento la pedagogía figura ya como una ciencia independiente.
Entre
1.548 y 1.762 surge y se desarrolla la Pedagogía Eclesiástica, principalmente
la de los Jesuitas, fundada por Ignacio de Loyola y que más tarde, en 1.832,
sus esencialidades son retomadas para llegar a convertirse en el antecedente de
mayor influencia en la pedagogía tradicional.
La
pedagogía eclesiástica tiene como centro la disciplina, de manera férrea e
indiscutible, que persigue, en última instancia, afianzar cada vez más el poder
del Papa, en un intento de fortalecer la Iglesia ya amenazada por la Reforma
Protestante.
Se puede
decir que la pedagogía tradicional, como práctica pedagógica ya ampliamente
extendida alcanza su mayor grado de esplendor, convirtiéndose entonces en la
primera institución social del estado nacionalista que le concede a la escuela
el valor insustituible de ser la primera institución social, responsabilizada
con la educación de todas las capas sociales.
Es a
partir de este momento en que surge la concepción de la escuela como la
institución básica, primaria e insustituible, que educa al hombre para la lucha
consciente por alcanzar los objetivos que persigue el Estado, lo que determina
que la Pedagogía Tradicional adquiera un verdadero e importante carácter de
Tendencia Pedagógica, en cuyo modelo estructural los objetivos se presentan de
manera tan solo descriptiva y declarativa más dirigidos a la tarea que el
profesor debe realizar que a las acciones que el alumno debe ejecutar sin
establecimiento o especificación de las habilidades que se deben desarrollar en
los educandos, otorgándoles a éstos últimos el papel de entes pasivos en el
proceso de enseñanza al cual se le exige la memorización de la información a él
transmitida, llevándolo a reflejar la realidad objetiva como algo de quienes
aprenden.
3.¿Cuál es el propósito de la historia literaria?
Los
escritores persiguen conscientemente unas determinadas intenciones con su arte,
aunque el lector de cualquier época, de acuerdo con su formación o prejuicios,
puede interpretar los textos de forma distinta e incluso contraria a la
voluntad de quien los compuso. La torpeza, una personalidad enfermiza o bien
una interpretación por exceso pueden alimentar una lectura en clave erótica
donde no hay ningún dato objetivo que invite a una lectura en dicha clave; con
más frecuencia, la distancia que nos separa de la época en que se escribieron
numerosas obras dificulta sobremanera una interpretación correcta o plausible.
La crítica, por ejemplo, recuerda las dificultades que hoy tenemos para captar
la dimensión moral de La Celestina y el Libro de buen amor, obra esta que
persigue entretener y moralizar a un mismo tiempo, según revela su autor, que
somete a su público a un difícil ejercicio para interpretar el pasaje en una u
otra clave.
4.¿Qué operaciones generales y básicas comportan la historia en la
literatura?
La
literatura o de narrativa autorreferencial que trata los temas del arte y los
mecanismos de la ficción en sí mismos.
Es un
estilo de escritura que de forma reflexiva o autoconsciente recuerda al lector
que está ante una obra de ficción, y juega a problematizar la relación entre
ésta y la realidad. Dentro de un texto de meta ficción, la frontera
realidad-ficción y el pacto de lectura de ésta se ven quebrantadas, llamando el
texto la atención sobre su propia naturaleza ficcional y su condición de
artefacto..
En
términos generales, se entiende por meta ficción un tipo de narrativa que se
caracteriza por su naturaleza auto-reflexiva, auto-referencial, y consciente de
sí misma (autoconsciente), que opera a través de una serie de procedimientos
narrativos con el fin de convertir el discurso en referente de sí mismo. La
noción de meta ficción puede ser aplicada a una obra en su totalidad cuando el
componente metafictivo es su fin o motivación última, o sobre ciertos elementos
concretos que pueden aparecer con el fin de establecer un punto de inflexión
narrativo dentro del eje central de una trama ficcional. Es en el primer caso
en el que hayamos, propiamente, las categorizaciones de meta novela, meta
filme, meta teatro, etc. La narrativa de meta ficción se encuentra muy ligada a
la postmodernidad, como época, y al postmodernismo como categoría
estético-artística, ya que aquélla se establece como un vehículo ideal para
representar los valores y concepciones característicos de éstos, como son la
relativización de la realidad, el escepticismo ante el lenguaje como intérprete
de la racionalidad, la crisis del sujeto como un todo completo y definible, o
la pérdida de la delimitación del continuo espacio-temporal.
5.¿Cuál es la relación que se puede establecer entre los estudios
literarios y su proyección en la pedagogía del sentido?
La
relación se puede establecer en un ejemplo postulado como lo es San Francisco
de Asís “patrono de los ecólogos” fue una persona apasionada por el medio
ambiente, amando a Dios, a la naturaleza y a cada ser por más insignificante
que pareciera. San Francisco sentía la
necesidad de proteger la vida de todos los seres, porque para él los demás
seres diferentes del hombre los consideraba como hermanos y hermanas ya que
todos resplandecen por igual a la imagen de Dios.
En la
actualidad se ha ido perdiendo el legado de san francisco, los seres humanos
están acabando con la naturaleza, quitándole la vida al planeta, extinguiendo
el hogar de todos los seres vivos.
El
antropocentrismo se ha encargado de dejar a un lado la espiritualidad para
preferir un mundo económico basándose en la destrucción del medio ambiente
destruyendo todo a su paso sin pensar las consecuencias que podrá llevar dicha
acción.
Pero
entidades, ecólogos y personas dedicadas al medio ambiente como lo fue san
francisco están haciendo recapacitar a las nuevas generaciones para cuidar la
naturaleza y a todos los seres que la rodean, dichos entes nos están recordando
el pensamiento de san francisco, teniendo presente que el llego a ser una
persona la cual afirmaba que el hombre
y la naturaleza tienen el mismo valor, y si una organismo necesita algo del
otro se hará de una forma adecuada explicada con la siguiente frase: “a los
hermanos que hacen leña prohíbe cortar del todo el árbol, para que le quede la
posibilidad de echar brotes”.
La relación de la búsqueda de la unidad en el estudio literario y las herramientas que van construyéndose a
partir de las experiencias pedagógicas del entorno y contexto
6. ¿Por qué la comprensión de lectura que se orienta en la
educación, no ha permitido reconocer la
naturaleza de la literatura; impidiendo la apropiación integral de la significación?
Es
comúnmente aceptado que la escuela tiene como una de sus metas la formación o
reforzamiento del hábito lector. Es también ampliamente conocido que se suele
hablar de una crisis de la lectura. Es motivo de análisis, tanto en libros como
en artículos, conferencias y foros, la supuesta tendencia a leer cada vez
menos, tanto entre los niños, como entre jóvenes y adultos. Las instituciones
educativas demuestran especial preocupación por este hecho, que sabemos ha
generado diversas interpretaciones. Se ha puesto especial énfasis en señalar
que nuestros niños y jóvenes ya no responden a los mismos intereses que fueron
los que, en generaciones atrás, despertaron la ilusión para leer determinados
temas, géneros, obras, que parecen hoy no concitar el mínimo de atracción. Se
ha producido una fractura generacional que ha envuelto cambios significativos
en cuanto a intereses, gustos, preocupaciones.
La
escuela tiene que desenvolverse dentro de los cambios que nos ha tocado vivir.
Como toda etapa de transición significa desconciertos, dudas, nuevos objetivos
y nuevos procedimientos. Estos cambios exigen, de parte de los profesores y de
todas las personas e instituciones vinculadas con la cultura, conocer y
enfrentar los nuevos desafíos, tratando de encontrar respuestas y soluciones
inteligentes, plenamente realistas.
La
lectura constituye un objetivo tanto de la escuela como de la familia y de la
sociedad toda. Inmersa en la sociedad y en la cultura que suele denominarse
posmoderna, enfrenta una serie de problemas que es necesario conocer para, con
ese fundamento, concebir esas respuestas realistas que se suelen demandar.
El
objetivo de este trabajo es lograr un acercamiento al tema maravilloso de la
lectura, pero centrado en nuestra posición de educador. No se pretende dar
recetas de cómo hacer lectores, que dejamos establecido desde el comienzo nadie
las conoce, simple y llanamente porque no las hay. Nuestra intención es lograr
una mayor divulgación de tan importante y trascendental tema, porque
conociéndolo -lo más adecuadamente posible- sabremos comprender sus mecanismos
y desentrañar sus complejidades. Es ese conocimiento lo que realmente nos
brindará la más valiosa ayuda para alcanzar nuestras metas en cuanto al fomento
de la lectura, que necesariamente tiene que tener en cuenta las nuevas
modalidades, los nuevos intereses y las nuevas tecnologías. La lectura en
formato digital no es el futuro. Es ya presente y como tal tiene que ser
también de nuestro interés. La pasión lectora, independientemente de su
soporte, tenemos que trasmitirla. No hay llave mágica para abrir el mundo de la
lectura. Constituye un desafío. No hay camino único por el cual transitar hacia
el lectoespacio. Si logramos contagiar nuestra pasión lectora, conseguiremos abrir
la puerta hacia el maravilloso mundo de la lectura.
Por esta
razón no se le da prioridad a la naturaleza de la literatura por la falta de
interés lector.
7.Haga una reflexión en torno al poder que ejerce la literatura
sobre el aparato retorico y el enunciado?
En el
análisis que se hace en primer lugar
haciendo articulación que se tenga con
los preconceptos para ir determinando los argumentos presentes y así se va construyendo el concepto ya sea
para una forma crítica que fortalezca o
de manera única de información.
Además
del enunciado del contenido de la retórica, de repasar qué actividades quedaban
englobadas bajo ese nombre, creemos que es necesario marcar un límite con otro
concepto afín, con el que a veces se superpone la retórica, englobándolo o
quedando englobada por él, según los casos. Y éste es, por supuesto, el de
literatura, todavía más escurridizo que el de retórica. En efecto, una cuestión
capital para situar adecuadamente a la retórica es precisar su relación con lo
que llamamos literatura.
En todas
las historias de la literatura latina se plantea lo problemático de que exista
un corpus claramente delimitable que constituya el objeto de estudio de esa
disciplina. Uno de los obstáculos en los que, con razón, más se repara es el
del anacronismo que ello implica: los romanos no tenían un concepto de
«literatura» como el actual, e historiar esa «literatura» conlleva reunir
textos que sus autores y destinatarios originales concebían como pertenecientes
a ámbitos, en muchos casos, considerablemente distintos. Paralelo a este hecho
es que cualquier reflexión romana -o antigua- sobre los textos «literarios»
pasa automáticamente, con el mismo anacronismo, a ser «crítica literaria»; y la
reflexión más sistemática, compleja y rica sobre el lenguaje organizado en la
antigüedad es, por supuesto, la retórica. Así, es frecuente encontrar resúmenes
o visiones generales del conjunto de la retórica romana en obras que pretenden
relatar una historia más o menos amplia de la crítica literaria o del discurso
metaliterario.
8.
¿Qué implicaciones tiene el
considerar el abordaje semiótico de la literatura?
La
conceptualización de semiótica "como ciencia de los signos ya se encuentra
en las reflexiones filosóficas desde hace 2500. Ferdinand de Saussure, rompiendo
con la tradición histórico comparativista del siglo XIX, remarca en el Curso de
Lingüística General la idea de que la lengua es un sistema de signos y, por lo
tanto, la lingüística es una parte de la semiótica. El fundador de la semiótica
contemporánea en el ámbito filosófico es, Charles S. Peirce. En la concepción
de Peirce, todos los conceptos y las palabras humanas son signos.
En
Semiosfera I y II, Iuri Lotman, adecuando su teoría a las definiciones dadas
por V. I. Vermadski sobre la biosfera, explica la existencia de un continnum
semiótico donde se encuentran instaladas formaciones semióticas de diversos
tipos y dispuestas en distintos niveles de organización. El concepto de que la
historia del conocimiento científico es a la vez la historia de la creación de
una nueva fuerza geológica en la biosfera permite a Lotman adecuar este
principio al ámbito de la cultura, creando un nuevo campo teórico que parte de
conceptos científicos para explicar determinados fenómenos sociales instalados
en una determinada cultura.
Así,
semiosfera es un organismo complejo que funciona como un "gran
sistema" fuera del cual es imposible la existencia misma de la semiosis.
Lotman
observa que investigaciones basadas en la necesidad de darle un marco
científico a la semiótica hacen que su objeto de estudio sea cualquier objeto
que ceda ante los recursos de la descripción lingüística lo que significaba ir
de lo simple a lo complejo al modo de una estructura de átomo, esto obliga a
reducir lo complejo a una suma de objetos simples.
Este
método de conveniencia heurística, sin embargo, no podía dar cuenta de una
organicidad funcional del espacio semiótico de una cultura donde cada una de
las partes pudiera dar cuenta del todo, el que a su vez se constituiría en un
engranaje dinámico y diverso, es decir en un continuum semiótico.
La
semiosfera es un espacio abstracto cerrado en sí mismo, donde tienen lugar
procesos comunicativos y la producción de nueva información.
El
universo semiótico está constituido por un conjunto de distintos textos y de
lenguajes cerrados unos respecto de otros al que Lotman opone una versión más
fructífera al considerar la existencia de un gran sistema fuera del cual es
imposible una existencia semiótica.
9. ¿Qué elementos contribuyen a la comprensión del sentido desde la
semiótica?
Semiología
es un término usualmente intercambiable con el de semiótica, éste último
preferido por los anglosajones; el primero, por los europeos continentales y
por los latinoamericanos. De hecho, Charles Sanders Peirce fue, al parecer, el
primero en usar el término semiotic, aunque fue otro estadounidense -Charles
William Morris- quien realizó el primer proyecto completo para una semiótica.
La
semiótica se define como el estudio de los signos, su estructura y la relación
entre el significante y el concepto de significado. Los alcances de la
semiótica, de la misma manera que su relación con otras ciencias y ramas del
conocimiento, son en extremo amplios.
Se
propone que la semiótica sea el continente de todos los estudios derivados del
análisis de los signos, sean estos lingüísticos (semántica) o semióticos
(humanos y de la naturaleza). Existen muy pocas clases de signos, como el signo
lingüístico o el signo clínico, cuyas descripciones se pueden consultar en el
artículo correspondiente, o a través de signo (desambiguación).
Según
otro punto de vista, el de Charles Sanders Peirce, la "semiótica" es
la que debería incluir a las demás ciencias que tratan de los signos en
determinados campos de uso o del conocimiento. Este pensamiento es coherente
con el hecho de que la semiótica se plantea como la ciencia básica del
funcionamiento del pensamiento, intentando responder la interrogante de cómo el
ser humano conoce el mundo que lo rodea, cómo lo interpreta y cómo construye y
crea conocimiento y lo transmite. Por esto, la semiótica ha llegado a ser
planteada como la ciencia de las ciencias rivalizando con la epistemología.
Algirdas
Julius Greimas presenta la teoría semiótica como la relación fundamental entre
el sujeto que conoce y el objeto conocido, y tiende a precisar las condiciones
de producción de sentido. Además de las exigencias del método que ayuda a
formular esas hipótesis en una serie de axiomas como estructuras elementales de
la comunicación.
Algunos
autores han definido la semiótica como la ciencia que estudia todos los
sistemas de signos en general incluyendo al lenguaje humano. Es necesario
recalcar que el lenguaje humano es el sistema de signos (simbólico) más
complejo que existe , es decir que el signo lingüístico es comprendido como la
asociación más importante en la comunicación humana.
10.
¿Cuál ha sido el papel de la
intertextualidad en el abordaje de la obra literaria?
Se
entiende por intertextualidad, en sentido amplio, el conjunto de relaciones que
acercan un texto determinado a otros textos de variada procedencia: del mismo
autor o más comúnmente de otros, de la misma época o de épocas anteriores, con
una referencia explícita (literal o alusiva, o no) o la apelación a un género,
a un arquetipo textual o a una fórmula imprecisa o anónima.
En su
forma más restrictiva, tal como la formula el narratólogo Gérard Genette en su
obra Palimpsestos. La literatura en segundo grado, la intertextualidad es una
modalidad entre algo más extenso denominado transtextualidad, y se trata de:
Una
relación de copresencia entre dos o más textos, es decir, eidéticamente y
frecuentemente, como la presencia efectiva de un texto en otro. Su forma más
explícita y literal es la cita (con comillas, con o sin referencia precisa)...
El plagio, que es una copia no declarada pero literal... La alusión, es decir,
un enunciado cuya plena comprensión supone la percepción de su relación con
otro enunciado al que remite necesariamente tal o cual de sus inflexiones, no
perceptible de otro modo.
NUCLEO PROBLEMICO N° 4
SINOPSIS SOBRE EL PROCESO HISTORICO DE LA
NOVELAY UN SIGLO DE POESIA
1. ¿Qué tipo de desarrollos históricos, ideológicos ha manifestado
la novela hasta adquirir la característica de la modernidad?
Desde la
antigüedad se han escrito narraciones en prosa a las que se ha aplicado de
manera indiscriminada el término novela. Muchos relatos que más tarde se
incorporaron a la tradición literaria europea tienen su origen en Egipto. El
primer texto indio que cabe considerar como precursor de la novela es quizá el
Daśakumāracarita (Cuentos de diez
príncipes), un romance en prosa de Dandin, escritor en sánscrito de finales del
siglo VI d.C. La primera novela en opinión de algunos expertos es el relato
japonés Cuento de Genji (siglo XI), de
Murasaki Shikibu. El género gozó de gran popularidad entre los griegos durante
los primeros siglos de la era cristiana.
El relato
largo en verso narrativo, la abundante cantidad de romances en prosa y los
fabliaux franceses florecieron en Europa durante la edad media y su contenido
se alimenta de los recuerdos contados y transmitidos por la tradición sobre los
héroes más o menos históricos o legendarios y sus proezas. Estas obras
contribuyeron al desarrollo de lo que más adelante será la novela pero que en
esta época no tiene nombre como género, y se les conoce tanto como ‘libro’
piénsese en la doble denominación libro o novela de caballerías, por ejemplo,
‘historia’ o ‘tratado’ .La perspectiva antropocéntrica que caracterizó al
renacimiento tuvo una repercusión importante en el desarrollo de la novela, por
otra parte el punto de vista del autor se desplaza y deja de observar a los
héroes antiguos para fijar la mirada en los individuos de su época, fuesen
éstos pastores, mendigos, hidalgos, clérigos, soldados, zagalas, alcahuetas o
monjas. Además la narración se detenía en su forma de vida y en sus conflictos,
generalmente amorosos, aunque también propios de los azares de la vida
cotidiana: económicos, de aventuras o de supervivencia. Esta novela narra las
aventuras de un caballero enloquecido por sus innumerables lecturas de novelas
de caballería.
En la
América española, aparecen a lo largo del siglo XVII ejemplares de obras en las
que se mezcla la novela, el relato pastoril y ciertos elementos ascéticos y
religiosos, reflejo fiel de la ideología dominante.
DESARROLLO
DE LOS GENEROS
Las
diversas categorías de novela aparecidas durante el siglo XVIII no son
independientes ni se excluyen mutuamente. La novela didáctica expone teorías
sobre la educación u opiniones políticas. La novela gótica introduce el
elemento del terror a través de apariciones, sucesos sobrenaturales, cadenas,
mazmorras, tumbas y una naturaleza que muestra su rostro más sobrecogedor.
La
comedia de costumbres ha sido uno de los géneros más populares en la novela
británica y refleja a través del lenguaje y el comportamiento el conflicto
entre diferentes personajes condicionados por su cultura y su entorno social.
Las protagonistas son normalmente muchachas que buscan el conocimiento de sí
mismas y que no siempre logran marido. El ingenio, la ironía y la percepción
psicológica de Austen se combinan con un estricto sentido de los modos
adecuados de conducirse en sociedad.
A lo
largo del siglo XVIII se observa en Europa una reinvención o transformación
radical del género novelesco que afecta tanto a los mecanismos de la producción
del texto como a los de su recepción;
pasa a convertirse en vehículo de transmisión de ideas y conocimientos.
Sin embargo, la fortaleza de los modelos ingleses y franceses aconsejó a los
novelistas de otros países optar por la vía de la adaptación o la traducción
directamente antes que emprender un camino propio..
Después
de todo este proceso que mantuvo la novela desde finales del siglo VI d.C. hasta
inicios del siglo XVIII se demostró que los grandes escritores podían enfocarse en los
diferentes ambientes donde se podía desarrollar una historia que cautivara el
corazón y la mente de los lectores haciéndolos permanecer metidos en los textos
hasta culminar su lectura, además de esto podemos ver como la literatura de
este tipo aun es vital en el desarrollo no solo de países como Francia o
Inglaterra sino en países latinos como el nuestro, después del siglo XIX se
puede decir que la novela obtuvo más importancia y que no solo fue leída, fue
imaginada y dramatizada por diferentes personalidades que se metieron en los
zapatos de otras figuras que podían ser imaginarias o que pertenecían a un
lugar determinado.
2. ¿A qué hace referencia la nueva novela?
La nueva novela
hace referencia a la Novela policiaca que es un relato de misterio en el que se
plantea un enigma criminal, por lo general un asesinato, investigado por una o
más personas. El protagonista suele ser un detective o un oficial de policía y
la narración se ofrece en primera o en tercera persona. El encargado de la
investigación interroga a los sospechosos y reúne pruebas para reconstruir el
crimen. El detective comparte con el lector las pistas que va encontrando, pero
no revela su significado hasta el final de la novela.
La
investigación se basa en el análisis del móvil, las circunstancias y los
medios, y el caso se resuelve tras eliminar a todos los sospechosos que no se
ajustan a estos criterios. Con el fin de que la trama resulte difícil para el
detective e interesante para el lector, el autor va sembrando de obstáculos el
desarrollo de la investigación: diversos sospechosos, nuevos casos de
asesinato, pretextos para desviar la atención del lector y, a menudo, episodios
de violencia. Es en el final, cuando se
desenmascara al culpable y se explican los pasos seguidos para resolver
el caso.
HISTORIA
DE LA NUEVA NOVELA
El
fundador del género fue el escritor estadounidense Edgar Allan Poe, creador del
personaje de C. Auguste Dupin. Los métodos de deducción de Dupin y sus
excéntricos hábitos personales sirvieron de modelo para todas las novelas
policiacas posteriores. Dupin hizo su aparición en abril de 1841, cuando la
Graham’s Magazine publicó el relato de Poe Los crímenes de la calle Morgue, ya
un clásico del género. El personaje de Dupin está inspirado en el primer
detective de la vida real, François Eugène Vidocq, jefe del Departamento de Investigación
Criminal de París.
Durante
la década de 1920 surge una nueva variedad de historia policiaca difundida a
través de las revistas de la época: el thriller. Esta nueva corriente se
propuso derribar las barreras que separaban la ficción detectivesca de otros
géneros populares, como la intriga y los relatos de espías. Muchas obras han
sido llevadas al cine con gran éxito. Los detectives más famosos de la
tradición policiaca estadounidense son tipos duros que trabajan más por dinero
que por diversión. Si bien estas historias respetan todas las reglas clásicas
del género, el énfasis se pone más en la acción, y la intriga pasa a ocupar una
posición secundaria. A partir de 1950 esta tendencia da paso a la novela de
procedimiento policial, basada en el modus operandi de los detectives reales
para resolver sus crímenes. La diferencia con la tradición anterior estriba en
que el lector no encuentra aquí héroes, sino hombres falibles de carne y hueso
especialmente entrenados para el desarrollo de su oficio.
A
diferencia de Francia y los países anglosajones, el género policiaco no goza de
una tradición amplia en los países hispanohablantes hasta bien entrado el siglo
XX. Entre los principales impulsores del relato detectivesco cabe citar a los
escritores argentinos Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges, profundo
conocedor del género y traductor de algunos de los principales títulos
extranjeros.. La novela policiaca en España surge a principios del siglo XX,
como resultado de las influencias inglesa y francesa, el éxito de las crónicas
periodísticas de sucesos y los antecedentes literarios de las novelas de
bandoleros.
Con el
transcurrir del tiempo se puede observar como este género ha tenido gran
importancia en nuestro entorno, en nuestro país es de gran impacto, algunos
escritores como xxxxxx son de gran relevancia para el conocimiento de este
nuevo género como lo es la novela POLICIAL.
3.¿Qué tópicos están en el juego a la hora de organizar,
clasificar el género novelesco?
La novela
es una ficción narrativa en prosa, extensa y compleja de sucesos imaginados y
parecidos a la realidad.
La
palabra novela viene etimológicamente del latín novus, que significa nuevo. En
italiano novella es también una novedad o suceso interesante. El novelista crea
sucesos nuevos, pero verosímiles y los narra con belleza literaria. La
aspiración máxima de la novela es despertar en el lector el gusto y el placer
por la lectura. Su prosa por lo tanto debe ser amena e interesante y sus
descripciones claras.
CONCEPTO
CARACTERÍSTICAS
Tres son
las características básicas de la novela:
Una
narrativa extensa: las novelas tienen, generalmente, entre 60.000 y 200.000
palabras, o de 300 a 1.300 páginas.
El relato
aparece como una trama más complicada o intensa, con mayor número de personajes
que además están más sólidamente trazados, ambientes descritos
pormenorizadamente, etcétera.
Es de
ficción, lo que la diferencia de otros géneros en prosa como la historia o el
ensayo.
En prosa,
lo que la separa de los relatos ficticios extensos en forma rimada.
CLASES
Para
clasificar este género ha de tenerse en cuenta que existen diversos criterios:
J Por el tono que mantiene la obra
J Novela satírica: expresa indignación hacia alguien o algo, con
propósito moralizador, lúdico o meramente burlesco
J Novela humorística:
J Novela didáctica: tiene como primera finalidad impartir
enseñanzas a los lectores.
J
Por la forma
J Autobiográfica: es la vida de una persona escrita por ella misma
J Epistolar: escritas en forma de cartas (epístolas) enviadas o
recibidas por los personajes de la misma
J Dialogada: es una modalidad del discurso oral y escrito que se
da en la comunicación entre un emisor y un receptor que interactúan
J Ligera: con ilustraciones de estilo historieta, y cuyo público
está orientado a los jóvenes.
J Según el público al que llegue o el modo de distribución
J novela trivial: Superventas o "best-seller": aquellas
que, debido a la gran aceptación que generan entre el público, pasan a formar
parte de las listas de más vendidos.
J Novela por entregas o novela folletinesca: Recurre a la temática
amorosa, pero también al misterio y a lo escabroso.
Atendiendo
a su contenido, las novelas pueden ser
& De aventuras: es fascinante y de una larga historia, que
enfatiza los viajes, el misterio y el riesgo
& Bizantina: es un género novelesco, de aventuras, que se
desarrolló en España principalmente en los siglos XVI y XVII
& Caballeresca: la novela caballeresca remite a un mundo posible,
y a veces real, cuando se trata de biografías de caballeros que pertenecen a la
historia
& De ciencia ficción: interés popular acerca del futuro que
despertó el espectacular avance tanto científico como tecnológico
& Cortesana: Se trata de una narración breve de ambientación
urbana, casi siempre de temática amorosa, con ingredientes costumbristas,
picarescos, pastoriles
& Costumbrista o de costumbres: describe el ambiente en que se
mueven y las formas de vida cotidiana de un grupo social concreto: costumbres,
personajes típicos.
& De espías y thrillers: surgió antes de la Primera guerra mundial
más o menos al tiempo que los primeros servicios de inteligencia
& Fantástica: basado sobre todo en los elementos de fantasía,
dentro del cual se pueden agrupar varios subgéneros diferentes, entre los
cuales está la literatura de terror, la Ciencia ficción o el gótico
& Ficción criminal
& Gótica: o de terror
& Histórica: toma por propósito principal ofrecer una visión
verosímil de una época histórica preferiblemente lejana, de forma que aparezca
una cosmovisión realista e incluso costumbrista de su sistema de valores y
creencias
& Morisca: prosa narrativa de carácter idealista. Se caracteriza
por presentar protagonistas musulmanes, idealizando las relaciones entre moros
y cristianos, ofreciendo ejemplos de convivencia y generosidad entre ellos.
& Negra: Este tipo de relato presenta una atmósfera asfixiante,
miedo, violencia, falta de justicia, corrupción del poder e inseguridad
& Pastoril: presenta de forma objetiva hechos legendarios o
ficticios desarrollados en un tiempo y espacio determinados
& Picaresca: El protagonista es un pícaro, de muy bajo rango
social o estamento y descendiente de padres sin honra o abiertamente marginados
o delincuentes
& Policial: Su principal móvil lo constituye la resolución de un
enigma, que es generalmente de tipo criminal
& Romántica: La historia debe centrarse en la relación y el amor
romántico entre un hombre y una mujer
& Sentimental: Se analizan aspectos emocionales de la relación
amorosa; no se fijan en acciones externas; utilizan los códigos literarios del
amor cortés
& Social: disminuye en lo posible la descripción de vidas
individuales, sustituyéndolas por una colectividad, pues no importa el ser humano
en sí, sino como parte de un grupo o clase social.
& De terror: Su principal característica y rasgo distintivo es el
cultivo del miedo y sus emociones asociadas como principal objetivo literario.
& Westerns: La palabra "western", originariamente un
adjetivo derivado de "west" y cuyo significado es "oeste",
se sustantivó para hacer referencia a las obras que estuviesen ambientadas en
el antiguo Oeste americano
Por el
estilo de la obra
? Realista: género narrativo aparecido en España en el siglo XIX
como superación de la novela histórica y romántica anterior
? Naturalista: basado en reproducir la realidad con una
objetividad perfecta y documental en todos sus aspectos, tanto en los más
sublimes como los más vulgares.
? Existencial: Por sus argumentos
? Psicológica: es una obra de ficción en prosa que enfatiza la
caracterización interior de sus personajes, sus motivos, circunstancias y
acción interna que nace y se desarrolla a partir de la acción externa
? Novela de tesis: Es la que da más importancia a las intenciones
del autor, generalmente ideológicas, que a la narración.
Novela
testimonio: Género literario híbrido entre la novela tradicional y el discurso
testimonio proveniente de los estudios de historiografía
EJEMPLOS
La ciudad
y los Perros. Autor: Mario Vargas Llosa
La casa
de cartón. Autor: Martín Adán
Un Mundo
la Julius. Autor: Alfredo Bryce Echenique
Pudor.
Autor: Santiago Roncagliolo
4.¿Cuáles el balance y las perspectivas en torno a un siglo de
poesía?
NUCLEO PROBLEMICO N° 5
HISTORA DE LA PEDAGOGIA DE LA LITERATURA EN LA
ULTIMA DECADA
1. ¿Qué tipo de relaciones se generan entre las teorías
lingüísticas y literarias y la práctica docente?
Los
aportes teóricos de las disciplinas
lingüísticas y literarias a llamando la
atención sobre la ausencia de marcos que den cuenta de la lectura y la
escritura como prácticas sociales compartidas que, por adentro y por afuera de
la escuela atraviesan el conjunto de la enseñanza. De esta forma conviene
subrayar la necesidad de enriquecer las consideraciones sobre los objetos
lengua y literatura (y sus relaciones) y volver a discutir su construcción como
objetos de enseñanza considerando diversos aportes.
Entre
ellos, interesan los desarrollos de la sociolingüística como marco de
referencia que permitirá poner en discusión aspectos centrales de una pedagogía
de la lengua: las nociones de lengua estándar, de diversidad lingüística, de
cambio, de norma lingüística, de interacción, de registro, entre otras. Estas
nociones ofrecen un marco apropiado para la reflexión del docente acerca de las
prácticas lingüísticas a la vez que deben convertirse en conceptos productivos
para el desarrollo de prácticas de enseñanza concretas. Otro ejemplo posible es
el de las teorías sociológicas de la literatura, de los estudios culturales, de
la etnografía como referencias teóricas ricas a la hora de dar cuenta de
procesos sociales de lectura entendidos no como meras “competencias”,
“habilidades”, o “procedimientos” concebidos desde cierta representación
homogeneizante de raíz cognitivista de lo que son las tareas del lector y del
escritor.
2. ¿Qué elementos transcendentales hacen presencia en la enseñanza
de la literatura en la última década?
Observamos
que al igual de lo que sucede en los enfoques para la enseñanza de la lengua
materna, la literatura ha vivido un desarrollo en sus abordajes teóricos. De
los enfoques prescriptivos, retóricos, contemplativos de antes se ha pasado a
las concepciones teóricas del presente.
No se
puede decir que una teoría literaria sea más avanzada que otra. Simplemente
plantean diversas perspectivas del objeto literario. De acuerdo con muchas
situaciones y circunstancias, cada perspectiva teórica se ha fijado más o menos
en tal o cual característica de lo literario: El lenguaje, el contenido, el
contexto, la interpretación, el destinatario, los efectos, las causas.
De esta
manera para los formalistas rusos, iniciadores de la teoría literaria en el
presente siglo, lo importante a nivel literario no estaría en el contenido de
lo expreso, sino en los medios utilizados para decirlo. Quizá los temas siempre
han sido los mismos, lo que cambia es la manera de expresarlo. El arte se
convierte entonces en un recurso para que el mundo se exprese.
En una
concepción marxista de la literatura lo importante sí va a ser el contenido y
lo que éste pueda ofrecerle al que lo aborda. Para el marxismo el arte debe
convertirse en un medio de desalienación, en una herramienta para la
conciencia, en una alternativa para el distanciamiento del mundo, que nos
permita transformarlo.
Con el
auge de la lingüística de Ferdinand De Saussure, las concepciones estructurales
se pusieron también en vigencia y abordaron lo literario, llegando hasta el
límite, hasta el agotamiento de la interpretación. Todo parecía tener sentido
en este modelo de análisis de lo literario. Nada se quedó sin explicación.
Intentando
salir de la esfera decodificante del estructuralismo, surgieron en las últimas
décadas las llamadas corrientes posestructuralistas. Para estos el significante
puede ser leído de múltiples maneras; el significado no es único. Los sentidos
del significante pueden ser rastreados efectivos, estéticos,
revolucionariamente. La lectura del significante se vuelve entonces en esta
perspectiva, de carácter plural, problemática, subversiva. La intención no es
comprender el código sino hacerlo estallar.
En los
últimos tiempos ha surgido también una concepción de la literatura que
reivindica el papel del lector, la llamada semiótica de la recepción. Más
importante que el texto, que el código, que el autor, es el lector. Cómo debe
ser un lector modelo, será la preocupación principal de esta perspectiva
teórica.
Pero la
literatura tiene también otras posibilidades de abordaje distintas a las
teóricas y formales. Una de ellas ha sido siempre la perspectiva histórica,
descriptiva, evolutiva, que expone los movimientos literarios, los estilos, las
escuelas. Igualmente existe la perspectiva de los géneros: Narrativa,
dramática, lírica, ensayo. También la de los géneros menores y la denominada subliteratura.
También
cabe mencionar de manera destacada el campo de análisis propuesto sobre la
literatura desde la perspectiva constructiva y cognitiva. Para este enfoque, no
se trata solamente de destacar, como siempre se ha hecho, el carácter formativo
de lo literario, sino de estudiar rigorosamente el aporte imprescindible que lo
literario puede ofrecer en la construcción de las estructuras mentales,
afectivas, estéticas, procedimentales de un sujeto. Vale citar acá la defensa
que del pensamiento poético hace Jerome Bruner, cuando lo compara con la otra
posibilidad de pensamiento del ser humano, el pensamiento analítico, propio de
las ciencias experimentales, encontrando Bruner que es el pensamiento poético
el que posee la mayor exigencia de abstracción, recursividad, problematización.
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