miércoles, 18 de abril de 2012

EPITETOS, SEUDONIMOS Y AUTORES QUE SE SUICIDARON


EPITETOS, SEUDONIMOS Y AUTORES QUE SE SUICIDARON







ACOSTA CHAPARRO NATALIA ASTRID
MORALES BETANCOURT YURY MARCELA







HISTORIA DE LA PEDAGOGIA DE LA LITERATURA
JULIETA COVALEDA CASTAÑO
TUTORA







UNIVERSIDAD DEL TOLIMA, CREAD ICONONZO
III SEMESTRE DE HOMOLOGACION
LICENCIATURA EN BASICA CON ENFASIS
EN LENGUA CASTELLANA
ICONONOZO TOLIMA
2012


EPITETOS

Los epítetos son aquellos que expresan cualidades objetivas (en la terminología tradicional, “adjetivos calificativos propiamente dichos”) se limitan a describir al referente (me gustan las motos grandes) o a definirlo (me gusta la moto grande).

Por el contrario, los epítetos subjetivos expresan la propia consideración subjetiva del hablante, fruto de su valoración en lugar de la experiencia. Esta actitud puede dividirse en dos subclases principales, la de los epítetos apreciativos (un gol magnífico) y la de los peyorativos (una película horrible).

En castellano, un tipo muy frecuente es el epithetum constans, que conviene intrínsecamente al sustantivo (la blanca nieve), pero cuya definición no debe extenderse a todo el término “epíteto”.

Ciertos adjetivos pueden expresar, dependiendo del contexto o su posición respecto al nombre al que acompañan, tanto la actitud del hablante como un intento de expresión objetiva de éste (una mujer pobre / una pobre mujer).

En contraste con los epítetos se encuentran los adjetivos llamados por la gramática funcional “clasificadores”. Como ejemplo: “Los actuales representantes sindicales mexicanos”. Pueden distinguirse de los epítetos porque no admiten grados de comparación o de intensidad (*un castillo muy medieval) y tienden a estar semánticamente unidos al nombre (por ejemplo: “valor catastral”, en contraste con otros valores, como el sentimental, y que no admite, en su contexto, otra forma de clasificación).

En castellano, es frecuente que el epíteto se anteponga al nombre (frío hielo en lugar de hielo frío), aunque no suceda siempre:

1.  Blanco tu ardiente fuego y frío hielo... Fernando de Herrera, Sonetos.
2.  Al acero valiente, al mármol frío... Francisco de Quevedo.
3.  Por ti la verde hierba, el fresco viento, el blanco lirio y colorada rosa y dulce primavera deseaba... Garcilaso de la Vega.

Epítetos en la literatura épica:
 En la literatura épica, se denomina epítetos a los apelativos que alternan con el nombre del personaje o lo acompañan. Por ejemplo, cuando en el Cantar de Mío Cid se designa a Ruy Díaz
4."el que en buena hora ciñó espada", o cuando en la Ilíada se habla de "el ingenioso Ulises".

Epítetos épicos de Mio Cid
5. Noble barba tan crecido
6.El buen nacido
7. El que en buena hora ciñó espada
8. El que en buena hora nació.

Epítetos en la literatura homérica
Epítetos de la Ilíada y Epíteto homérico.

9.Ulises, fecundo en ardides
10.           Héctor, domador de caballos
11.              Júpiter altitonante
12.             Atenea, la de los ojos brillantes
13.             Hera, la diosa de los níveos brazos
14.            Zeus, el que junta las nubes
15.             Aquiles, el de los pies ligeros, el más valiente de los aqueos

Epítetos en la literatura del Antiguo Egipto
 Se llama epítetos a los apelativos que alternan con el nombre del personaje, resaltado sus características. Por ejemplo:

16.            «Toro victorioso» se utiliza en la titulatura real como epíteto de faraón.

Se utilizó con profusión para referirse a sus dioses. Amón fue denominado "El oculto", "Padre de todos los vientos", "Alma del viento", "El dios único que se convierte en millones", "Aquel que habita en todas las cosas", "Amón-Ra, señor de los tronos de las dos tierras", "El toro de su madre", "El eterno". Y en función de los lugares de culto, como "Hijo real de Kush", "Toro del desierto", o "Señor de los oasis".


Epítetos Dentro de la adjetivación se incluyen también los epítetos, que son adjetivos que resaltan las características intrínsecas de un sustantivo. Ejemplos;

17.             "El frío en la nieve."
18.             "Ël calor en el fuego.".
19.            "La humedad en el agua.
20.         "La rosa roja."

Epíteto constante: aparece en literatura. Dice una cualidad que es evidente. Se utiliza normalmente en Poesía. Se coloca delante del sustantivo.

Epíteto literario: se usa en los textos no literarios;
21.             "El mágico catalejo"
Epíteto por contexto: puede ir delante o detrás. Sólo es epíteto por el contexto en el que se encuentra;
22.           "El niño se cayó en el sucio barro"
23.           "El cálido Sol", es epíteto porque se sabe de sobras que el sol está cálido.

SEUDONIMOS

Definición: Seudónimo significa en griego "falso nombre", y en efecto es un nombre que el autor usa para ocultar su identidad. De hecho, algunos seudónimos son tan consolidados que muchos lectores ni saben los verdaderos nombres de algunos de los escritores más famosos. Se uso se remonta al menos a la Edad Media, y se volvió más frecuente en el Siglo de Oro. Algunos autores usaban seudónimos para respetar convenciones sociales y religiosas, y evitar la Inquisición o la persecución política. Otros autores simplemente prefieren otro nombre a su verdadero porque les gusta más cómo suena, porque quieren un nombre más simple y fácil de recordar o porque creen que tendrá mayor acogida entre los lectores

1.  Clarín (Leopolodo García-Alas y Ureña)
2. Azorín (José Martínez Ruiz)
3. Gabriela Mistral (Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga)
4.Pablo Neruda (Neftalí Ricardo Reyes Basoalto)
5. Fígaro (Mariano José de Larra)
6.Gil Paz (Leopoldo Lugones)
7. Tristán (Ramón Gómez de la Serna)
8. Tirso de Molina (fray Gabriel Téllez)
9.Ramón María del Valle-Inclán (Ramón José Simón Valle Peña)
10.           Rubén Darío (Félix Rubén García Sarmiento)
11.              Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber y Larrea)
12.             Orestes (José Martí)
13.             Gabo (Gabriel Garcia Marquez)
14.            Chente (Vicente Fernandez)
15.             El potrillo (Alejandro Fernandez)
16.            Juana de America (Juana de Ibarbourou)
17.             La ronca de oro (Helenita Vargas)
18.             El verbo de la revolución (Camilo Torres)
19.            Adolfo Garcia (Gustavo Adolfo Becquer)
20.         Bob Marley (Robert Nesta Marley)
21.             Moliere (Jean Baptiste Poquelin)
22.           Carlos Gardel (Charles Romuald Gardés)
23.           La guarachera de cuba (Celia Cruz)
24.           El che Guevara ”Revolucionario Iberoamericano” (Julian Ernesto Guevara
25.           El carnicero de Kampala (Idi Amin Dada)
26.           Sor Teresa de Calcuta (Agnes Gonxha Bojaxhiu)
27.            La pola (Policarpa Salabarrieta)
28.           El pibe (carlos Valderrama)
29.           Padre de la literatura universal (Homero)
30.         Padre de la historia (Herodoto)
31.             Padre del romanticismo (John Walfany Goethe)
32.           El padre de la matemáticas ( Pitagoras)

En la historia de la literatura los seudónimos han creado intriga sobre los autores detrás de ellos y sus obras, en "Nom de Plume: A (Secret) History of Pseudonyms" (Nom de Plume: una historia (secreta) de los seudónimos) Carmela Ciuraru revisa algunos de los ejemplos más famosos.

"Nom de Plume" cuenta hábilmente estas historias al entretejer anécdotas sobre estos escritores reservados, y muchas veces excéntricos, al tiempo que trata de examinar su decisión para utilizar otro nombre en sus obras.

De Lewis Carroll (Charles Dodgson), a Mark Twain (Samuel Clemens) y Victoria Lucas (Sylvia Plath), el libro dedica un capítulo a cada uno con tanto detalle, que los autores analizados parecen convertirse en personajes del libro de Ciuraru, originaria de Montreal, Canadá. Por ejemplo el título del capítulo sobre Plath dice: "Encontraba placer sexual al hurgarse al nariz".

Para cualquier creador, sea este escritor, artista o actor, el libro será cautivador. Es casi una meditación sobre el proceso creativo y es una verdadera revelación sobre sus nombres, la intriga, la publicidad y los juegos que los crearon. Los lectores no necesitan conocer a todos los autores incluidos, pues podrán apreciar las historias detrás de sus narraciones.

Ciuraru dedica páginas enteras a explorar las razones y los efectos, de esas identidades diferentes. Realizó una gran investigación para el libro a través de los escritos públicos y personales de los autores, así como los de las personas de su tiempo.

Los nombres pueden ser una excusa, una razón o un canal para crear. Las hermanas Bronte; Anne, Charlotte y Emily, así como Karen Blixen, no habrían sido tomadas en cuenta o publicadas sin ellos, pues sus seudónimos masculinos, Acton, Currer y Ellis Bell, así como el de Isak Dinesen, les dieron esa oportunidad.

Otros como Carroll, autor de "Alicia en el país de las maravillas", ya tenían toda una trayectoria en otros campos y querían un seudónimo para separarse de su otro yo. Carroll, un "matemático y profesor de Oxford penoso y eminente creó el seudónimo como un medio para resguardarse desde el cual podía dejar volar su imaginación", escribe Ciuraru.

El autor se apegó tanto a su otra firma que incluso le pidió a la biblioteca de Oxford que borrara todas las referencias que relacionaran ambos nombres. Quizá lo único que le hace falta a "Nom de Plume'' es una conclusión general. Ciuraru cuenta bastante bien las historias de cada escritor y en algunos casos saltan a la vista las similitudes entre ellas. "Nom de Plume", editado por Harper Collins, está a la venta en Estados Unidos (AP.

AUTORES SUICIDADOS

Hablando de escritores que han acabado con su vida por propia mano, la historia comienza hace dos siglos.
Dentro del romanticismo alemán destaca:
1.          HEINRICH VON KLEIST (Frankfurt, 1777) Figura del dramaturgo. Destinado desde la cuna a seguir con la tradición familiar y convertirse en un militar de renombre, Kleist abandona la carrera de armas a los 22 años para iniciar el estudio de filosofía y matemáticas en Berlín.
En 1801 se produjo su fatal encuentro con las teorías de Kant, conduciéndole al abandono de la ciencia y de los privilegios de su clase. En la mente de Kleist al pensamiento de Kant se une el entusiasmo por la idea roussoniana de retorno a la naturaleza y al poco decide volver la espalda al mundo civilizado fijando su residencia en una granja suiza. Allí se dedica a la elaboración de tres o cuatro proyectos, entre ellos la tragedia La familia Schroffenstein y la comedia El jarrón roto. Pero abrumado por el excesivo trabajo Kleist cae enfermo y su hermanastra se lo lleva a Alemania.
Desempeñando un cargo de subalterno al servicio de Prusia, Heinrich es capturado por los franceses bajo la acusación de espionaje y encarcelado en un fuerte galo. En prisión escribe Pentesilea (1808), obra dramática sin precedentes que rompió con la tradición del teatro clásico al tratar, en un lenguaje que roza el expresionismo y en un solo acto, los estados patológicos que conducen a los protagonistas a su destrucción. Cuando es puesto en libertad fija su residencia en Dresde, uno de los centros de la oposición liberal. En este periodo termina la mayor parte de sus mejores obras: El jarrón roto, El terremoto de Chile, Anfitrión....
Defensor de la libertad de su patria y abiertamente antinapoleónico (el drama El príncipe de Homburg es una apología mágica de Prusia), cuando en el otoño de 1811 el rey de Prusia se alía con Napoleón contra Rusia, Kleist, desencantado, abandona la lucha y escribe: "Me es imposible continuar viviendo, mi alma está tan martirizada que, sólo con asomarme un poco a la ventana, la luz del sol que cae de arriba me daña".
Enfermo y sin recursos, se suicida con su amante, Henriette Vogel, a orillas del pequeño río Wannsee, cerca de Berlín, el 21 de noviembre de 1811.
Pasamos del romanticismo alemán al español. Los artículos que Mariano José de Larra (1809-1837) firmaba con el seudónimo Fígaro son una sátira ingeniosa de las costumbres de su época, una joya de la literatura castellana del siglo XIX.

2.        MARIANO JOSÉ DE LARRA Su infancia transcurre entre Francia y España al ser su padre médico de las tropas invasoras de Napoleón. Larra sufre su primer desengaño amoroso en su época de estudiante de leyes y medicina en Valladolid (carreras que no terminó) cuando descubre que... la joven amada es la amante de su padre.
En el amor no fue afortunado: su matrimonio cuando tan sólo contaba veinte años con Josefina Wetoret (con la que engendró tres hijos) tuvo una corta duración debido, entre otras desavenencias conyugales, a su tumultuosa relación con Dolores Armijo. Junto a ella recorre Europa cuando ya es un periodista célebre por sus ingeniosos artículos en periódicos españoles. En París su amigo el duque de Frías, embajador de España, lo introduce en los círculos literarios franceses que frecuentan Víctor Hugo y Nodier.De regreso a la península su interés por la política liberal le lleva a presentarse al cargo de procurador de las Cortes por Ávila, pero el motín de la granja le impide la toma de posesión.
En sus últimos artículos publicados en El Español le embarga un creciente pesimismo, en el que confluía su amarga visión de la sociedad española y sus conflictos amorosos. El anochecer de 13 de febrero de 1837, tras mantener una entrevista con Dolores Armijo, pone fin a su vida disparándose un tiro en la sien. Ella había decidido abandonarle por su marido, al cual le esperaba un alto cargo en Manila. En su multitudinario entierro un desconocido José Zorrilla le dedica unos versos.
El entierro de Ernest Hemingway no fue tan multitudinario, sino reservado a la familia y amigos íntimos. Hemingway, segundo de seis hijos de un médico de Oak Park (Chicago), buscó deliberadamente el peligro a lo largo de su vida: como corresponsal de guerra, cazando leones en África o corriendo delante de los toros en Pamplona. En la Primera Guerra Mundial resulta herido conduciendo ambulancias en el frente italiano. Más tarde trabaja como corresponsal de guerra en la línea de frente de la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra Civil Española.
De España le entusiasmaban los toros. Su pasión por los encierros pamplónicos quedó plasmada en su primera novela, The Sun Also Rises (Fiesta en Inglaterra y la mayoría de los países europeos), crónica a su vez de la vacía vida alcohólica de la llamada "generación perdida" en París y Pamplona, y su compromiso con los republicanos en la magistral Por quién doblan las campanas.
El éxito de sus novelas y de sus adaptaciones cinematográficas, su estilo ágil y sencillo que rozaba el periodismo, le convirtieron en un autor venerado en todo el mundo. En 1954 es galardonado con el Premio Nobel por el relato breve El viejo y el mar. Un galardón que no puede ir a recoger a Estocolmo debido a las secuelas de un accidente que se produjo en uno de sus viajes de caza a África.
A finales de 1961, el corpulento y fanfarrón Hemingway es un anciano de cabellos grises y miembros enflaquecidos. Ingresado en la Clínica Mayo por una depresión que le han producido unos fármacos, es tratado con electroshocks. Pero la depresión se acentúa con manía persecutoria e intentos de suicidio.
Finalmente, el domingo 2 de julio de 1962 Hemingway se levanta muy temprano, encuentra la llave de la habitación donde estaban guardadas las armas, carga una escopeta de dos cañones y la lleva a la habitación frontal de la casa. Luego se pone el doble cañón en la frente y dispara.

3.         EMILIO SALGARI También Emilio Salgari murió anciano y vivió grandes aventuras. Nació en Verona en 1863, en su juventud fue periodista y desde los dieciocho años vivió aventuras extraordinarias en el mar como capitán de altura. En 1896 pide a la prensa local la reedición de una novela publicada como folletín, convirtiéndose en la exitosa El misterio de la jungla negra.
Dedicado por entero a la literatura, crea una extensa obra, reservada al público juvenil y ambientada en exóticos parajes (El corsario negro, los dos tigres, La venganza de Sandokan...). En 1911 contrae un grave aneurisma que le induce al suicidio.
Virginia Woolf (1882-1941) no se suicidó debido una enfermedad sino por el miedo a la locura. Woolf creó un género novelístico que cambió la trayectoria de las obras de ficción. Para ella la literatura no debía contentarse con presentar lo superficial de las cosas, sino que debía captar la fluctuante visión personal, el inconsciente. Esta interpretación de la realidad llegó a rozar el simbolismo en sus últimas novelas (Las olas, Entre actos). Hija del escritor Leslie Stephen, una de las figuras más importantes de la vida literaria británica, su adolescencia fue traumática. La pérdida de su madre a los trece años la lleva a una grave crisis síquica. Nueve años más tarde la muerte de su padre la conduce al borde del suicidio.
Recuperada, la familia se traslada a su nuevo hogar en el barrio londinense de Bloomsbury. Allí nace el grupo literario, que toma el nombre del barrio, formado por Clive Bell, Maynard Keynes, E.M. Forster... y un Leonard Woolf que se incorpora en 1910. Dos años después se casa con este economista y socialista militante.
En 1913 completa su primera novela, El viaje de ida (publicada dos años después) y cae gravemente enferma en lo que parece una nueva amenaza de demencia. Estas crisis, más o menos violentas, se seguirán produciendo entre uno y otro periodo de creación. La escritura que exorciza sus angustias la agota hasta el punto de temerse que puedan quedar dañadas su mente y personalidad. Tarda tres años en escribir una de sus últimas obras, The years (1937) y durante el periodo de creación es consciente de una progresiva dificultad para escribir. Esto la desespera y la idea de suicidio va tomando cuerpo.
Tras uno de los bombardeos que asolan Londres la pareja se queda sin casa y se traslada a Rodmell. En la primavera de 1941 su salud empieza a deteriorarse seriamente. El 28 de marzo desaparece de su casa y el día 31 es encontrada ahogada. Dejó dos cartas: una para Leonard, otra para su hermana Vanessa. En ambas explicaba: "...Estoy segura de que, de nuevo, me vuelvo loca. Creo que no puedo superar otra de aquellas terribles temporadas. No voy a curarme en esta ocasión... estoy haciendo lo que me parece mejor... No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo".
El esfuerzo empleado en crear algo que nunca la satisfizo del todo, el cambio de atmósfera social, el surgimiento de corrientes literarias antagónicas, la guerra, el miedo a la locura, terminaron por destruirla.
La vida de Virginia Woolf y la poetisa norteamericana Sylvia Plath (1932-1963) tienen dos características en común: su suicidio por el miedo a la locura y la temprana muerte de sus padres.

4.        SYLVIA PLATH: El padre de Sylvia Plath muere cuando ella acaba de cumplir ocho años, dejando a su familia en una precaria situación económica. La madre es la encargada de sacarla adelante, una mujer dominante que imponía como meta a Sylvia y a su hermano pequeño el perfeccionamiento personal (sobre todo en los estudios) y una conducta intachable. Por ello fue una estudiante modelo, que destacó en el colegio y la universidad con sus brillantes notas y la publicación temprana de sus relatos y poesías.
Tras una estancia agotadora de cuatro semanas en Nueva York como redactora universitaria (premio concedido por la revista femenina Mademoiselle) llega a casa con síntomas de depresión: insomnio, apatía. Una tarde de verano intenta suicidarse y la someten a aterrorizadores tratamientos de shock. De regreso a casa fuerza un armario en el que había somníferos y un recipiente con agua y se oculta en el angosto espacio hueco que hay debajo del dormitorio de la primera planta, cuya entrada solía estar bloqueada bajo un montón de leña. Deja una nota para su madre en la que dice: "Salgo a dar un paseo largo. Volveré mañana". Dentro del escondrijo toma somníferos suficientes para perder el conocimiento dos días. Su madre denuncia su desaparición y la encuentran de casualidad al oír su hermano Warren un gemido procedente de debajo de la mesa. Después es ingresada en el Hospital General de Massachusetts de Boston y sometida a un tratamiento de shock insulínico.
En febrero de 1954 regresa a la rutina universitaria y consigue ingresar en un college de Cambridge. En una fiesta de presentación de una revista conoce a Ted Hughes (poeta inglés) y poco más tarde se casa con él. Entre peleas y discusiones nace su hija Frieda y escribe La campana de cristal, novela autobiográfica sobre su descenso a la locura.
La joven familia se traslada a Devon, donde nace su segundo hijo. Pero las frecuentes peleas y la infidelidad del marido rompen el matrimonio. Al abandonarla él y dejarla sola con los niños, los poemas de estos meses (39,5• de fiebre, Ariel, Purdah y Lady Lázaro) hablan de venganza y odio. En ellos una mujer traicionada (enferma, denigrada sexualmente, incluso muerta) sobrevive, y lo hace para vengarse.
Se traslada con los niños a Londres, enferma y vuelve a necesitar antidepresivos. A primera hora de la mañana del 11 de febrero de 1963 se arrodilla junto al horno abierto de la cocina de la segunda planta del apartamento y abre el gas. Había ingerido una buena cantidad de somníferos, tomado precauciones para que no se intoxicaran sus hijos y escrito una nota en la que pedía que avisaran a un médico. A las diez en punto llega la niñera y poco después avisan a Ted de su muerte.
El éxito tan ansiado llegó después, tras la publicación de sus poemas, una selección de diarios y artículos, en 1982 recibió el premio Pulitzer.

5.        YUKIO MISHIMA: Muy distinta fue la muerte de Yukio Mishima (1925-1970). Nacido en el seno de una familia de burguesía media de Tokio, se vanagloriaba de pertenecer por sus antepasados a la clase de los samurais y por ello realizó los estudios en una escuela reservada por tradición a la nobleza. Dedicado de lleno a la literatura, en su obra sufrió el influjo del romanticismo japonés que, poniendo énfasis en la unidad del Japón y de sus valores culturales, servía de base de apoyo a la ideología nacionalista. Entre las obras de este periodo, alejadas de la trágica realidad de la guerra y la derrota, destacan El bosque en flor (1941) y Ladrones, (1946-1948).
En junio de 1949 alcanza el éxito con Confesiones de una máscara. La narración del viaje interior del protagonista de los recuerdos de la primera infancia hasta las fantasías de la adolescencia, y el lento y aceptado proceso de toma de conciencia de su homosexualidad causa un gran escándalo. Sin embargo en 1959 se casa con la hija de un conocido pintor y escribe El camino del samurai, una defensa de la necesidad de restaurar los valores de la cultura prebélica y militarista. Por ello junto a un grupo de estudiantes universitarios se adiestra en artes marciales y militares en una base del ejército. El 25 de noviembre de 1970 se suicida siguiendo el rito de los samurais. Su muerte causa conmoción en el mundo entero.

6.        ALFONSINA STORNI (Poetisa Argentina, se suicidó hundiendose en el mar)
7.         HORACIO QUIROGA  se suicidó bebiendo un vaso de cianuro.
8.        YUKIO MISHIMA (Escritor japonés) se mató mediante el harakiri.
9.        MANUEL ACUÑA (Poeta mejicano) toma potasio de cianuro
10.   SILVIA PLATH se suicidó.
11.       HEMINGWAY se suicidó.
12.     REINALDO ARENAS (Poeta y escritor cubano) se suicidó con una sobredosis de barbitúricos.
13.     JOSÉ ASUNCIÓN SILVA (Poeta colombiano) se pegó un tiro en el corazon.
14.     ANTONIA POZZI (Poeta Italiana) se suicidó.
15.     ANNE SEXTON (Poeta norteamericana) se suicidó con monoxido de carbono
16.     BRUNO BETTELHEIM (Escritor de nacionalidad israeli) introdujo su cabeza en una bolsa de plástico auto-asfixiándose
17.      PAUL CELAN (Poeta alemán) se lanzó al río Sena desde el puente de Mirabeu
18.     ROBERT E. HOWARD (Escritor norteamericano) se pegó un tiro en la cabeza.
19.     LEOPOLDO LUGONES (Poeta y escritor Argentino) ingiere whisky mezclado con arsénico
20. EMILIO SALGARI Se corta la garganta con su navaja de afeitar
21.     SYLVIA PLATH Introdujo su cabeza en el horno con el gas abierto

QUE SE VOLVIERON LOCOS:

22.   ANTONIN ARTAUD escritor y autor de teatro Francés, murió en un manicomio
23.    GUY DE MAUPASSANT (Cuentista y novelista francés) severo cuadro de demencia, internado en un manicomio en París
24.   JORGE CUESTA (escritor Mejicano) internado en un sanatorio mental se suicida colgandose de los barrotes de su cama.
25.   ANNE SEXTON estuvo ingresada por temporadas en hospitales psiquiátricos, se introdujo en su coche y se suicidó aspirando monóxido de carbono
26.   ALEJANDRA PIZARNIK interna en una clínica psiquiátrica ingiere 50 pastillas de Seconal

3 comentarios:

  1. gracias , estuvo buena la informacion

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  2. que loko ia saque lo que tenia que sacar que lindos esta bien su informacion les deseo suerte a que esta pajina la abra el mundo entero

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  3. Hola,

    Soy editora de la página sobre literatura para About.com y el párrafo sobre seudónimos fue copiado de mi artículo. Los derechos de autor pertenecen a About.com y no se permite la reproducción ni parcial de su contenido (ni con citar fuente).

    Éste es el artículo original:
    http://literatura.about.com/od/terminosliterarios/g/Seudonimo.htm

    Le pido por favor que baje ese contenido.

    Saludos,
    Crystal Honores
    literatura@aboutguide.com

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